Al menos 16 inmigrantes venezolanos han quedado sin hogar luego de mudarse de Nueva York a Tampa, Florida y ser víctimas de una estafa que les robó todos sus ahorros.
Los compatriotas ya llevan 5 meses en EE.UU., dijo un informante de la víctima al diario Tampa Hoy.
Según Criollo, identificado como Alexander Acosta, explicó que junto a varios familiares decidieron abandonar la Gran Manzana para radicarse en el sur de Florida. Había un total de 16, incluidos seis niños.
“Vinimos aquí a trabajar, por eso nos fuimos de Nueva York, porque por muy triste que sea, pensamos que el gobierno nos está apoyando y no nos está funcionando”, dijo Venezuela, citado por medios estadounidenses.
Estafadores ofrecen servicios de agentes inmobiliarios en redes sociales
Juntos recaudaron alrededor de $4,000, por lo que localizaron a un presunto agente de bienes raíces en las redes sociales. Les prometió una casa en una plantación en el condado de Hillsborough, después de ordenarles que hicieran pagos separados en tres cuentas de Zelle.
“A día de hoy todavía veo esta estafa y no me la creo”, reflexiona Acosta.
Wilmari Báez, una de las familiares de Acosta, fue la encargada de negociar con el presunto estafador. Aún recuerda todos los detalles del proceso que los dejó literalmente en la calle.
“Todo fue por celular, o sea por mensajes de internet (…) porque no recibió la llamada porque dijo que no podía atender la llamada”, explicó Báez.
Se realizó el pago y la familia extendida de 16 personas pudo ingresar a la casa sin ver al agente. Un último detalle: el agente inmobiliario les pidió que contrataran a un cerrajero para abrir la unidad, diciendo que la cerradura electrónica estaba dañada.
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“Conseguimos conseguir el dinero del alquiler. Hicimos el alquiler, estábamos contentos y lamentablemente bueno resulta que nos dimos cuenta que nos estafaron”, recordó Acosta.
En ese sentido, dijo que no pasó ni una semana hasta que una desagradable sorpresa llamó a su puerta. “La policía vino y nos sacó”.
Durante el operativo, Progress Residential, empresa de gestión de alquileres y administradora de la casa en cuestión, envió una carta al grupo de migrantes fechada el 4 de marzo diciendo que no estaban autorizados a vivir allí.
“‘Ustedes han sido engañados’, nos dicen los mismos de Progreso”, señaló Acosta.
Desde entonces, sin recursos ni techo para protegerse de la lluvia o el frío, viven literalmente en la calle durante casi tres semanas, esperando que alguien los escuche y los ayude.