con una espátula
Sucedió hace exactamente 50 años. Eran las primeras horas del 4 de febrero de 1974. Patty Hearst, de 19 años, dormía con su novio en un dormitorio de la Universidad de Berkeley. Sintió un rugido, pensó que era parte de un sueño, una pesadilla. Creyó sentir movimiento a su alrededor. Cuando logra abrir los ojos ve a su amante en el suelo. Un hombre tenía ambas rodillas sobre la espalda del joven; Otro se golpeó la cabeza contra el suelo. Un tercero pateó la cama. Patty finalmente se despierta y se da cuenta de que no fue un mal sueño. Una chica le apunta con un arma. Trató de entender cómo tanta gente logró entrar a su habitación, sabía que habían venido por él.
Por Infobae
Todo sucedió sin querer. Un empujón, unos gritos, una orden urgente. Ningún sonido salió de la garganta. Desde el suelo el novio la miró con lástima. En cuestión de segundos lo tenían vendado y atado. Luego lo empujaron por el pasillo hasta un automóvil que esperaba en una calle secundaria. Lo arrojaron bruscamente dentro de un baúl. Entonces oí arrancar el coche. El viaje fue corto. Lo dejaron en el suelo y, con un nuevo empujón, lo metieron en el apartamento trasero de otra persona. Durante varios kilómetros sintió sobre su cuerpo los pies de varios secuestradores. Cuando el auto se detuvo, lo empujaron y lo llevaron a una casa. También recibió varios insultos. Estuvo tentado de decirles que no era necesario, que no necesitarían violencia, estaba tan aterrado que no se le ocurrió oponer la más mínima resistencia. Lo encerraron dentro de un armario maloliente.
En ese momento Patty se dio cuenta de que la noticia estaría en el periódico en unas horas. Una heredera de la multimillonaria familia Hearst, nieta de William Randolph, magnate de los medios y personaje estadounidense influyente y excéntrico durante medio siglo, fue secuestrada. El caso atrajo inmediatamente la atención del público. Algunas fotografías de una Patty joven y sonriente llegaron a las portadas de los periódicos. Abundan las especulaciones y teorías. Las garantías eran escasas.
En la primera hora de su ausencia, los investigadores preguntaron sobre el reciente novio de la joven. Dejó de ser sospechoso cuando se hizo público un comunicado del grupo guerrillero Ejército Simbionés de Liberación, reivindicando el secuestro. La redacción era compleja y engorrosa, sólo dejaba claro que tenían un joven heredero por derecho. Comenzó con una declaración de principios: “Somos un ser armonioso que surge de seres y seres capaces de vivir en profunda y amorosa armonía, así como en compañerismo, por el bien de ser”.
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