Los sindicalistas dicen que la crisis salarial podría conducir a una menor asistencia tanto de maestros como de estudiantes en el período escolar 2023-2024. “Este ciclo escolar en curso ya ha visto salir a muchos docentes de las instituciones educativas, pero el próximo año podría ser peor”, advirtió Raúl Parra, secretario de derecho laboral y convenios colectivos del sindicato de docentes de Venezuela.
La situación de los docentes en Venezuela es “cada vez más crítica”. Por ello, trabajadores del sector educativo denunciaron que el 92% de los docentes del Distrito Capital asisten a diferentes instituciones donde ejercen su profesión en horarios especiales, conocidos como “horarios de mosaico”, con el objetivo de encontrar otro tipo. Ingresos por otras actividades.
Durante una conferencia de prensa brindada frente a la sede del Instituto de Previsión y Asistencia Social (IPASME), Raúl Parra, secretario de Derecho del Trabajo y Convenios Colectivos del Sindicato de Maestros de Venezuela (CINVEMA), sostuvo que el salario de los educadores “es no es suficiente. Ni para ir a la escuela desde casa. No podemos vivir con este salario de hambre “.
El vocero del Cinvema señaló que un docente de categoría seis, el más asentado en la escala salarial docente, gana 340 bolívares quincenales. “Exigimos al ministro que se respete el salario de los docentes, que se restablezcan las cláusulas salariales que nos vulneran y que respondan a lo que debemos”, dijo.
Advirtió que la crisis salarial de los docentes y del país en general provocaría que los docentes buscaran otras formas de sustento y optaran por abandonar las aulas por completo. “Lo mismo sucede y continuará con los estudiantes que por su situación familiar deciden dejar sus estudios para trabajar en casa y contribuir económicamente”, dijo.
Sobre el bono que emitirá el gobierno durante 2023, dijo que “no alcanza ni para comprar dos kilogramos de harina, pan y medio kilogramo de queso”.
En ese sentido, reclama que los trabajadores que laboren en dos o más centros de trabajo reciban el pago de un boleto estadístico fraccionado y no por cada jornada laboral “como exige la ley orgánica del trabajo”. Aseguró que esta situación también la sienten los trabajadores del sector salud.
Por su parte, José Pérez, su presidente Sindicato de Trabajadores de la Educación (Sitraenseñanza) denunció que los educadores del Distrito Capital fueron “desvalorizados y degradados todos los ingresos salariales”.
Explicó que desde que comenzaron a regirse por el Acuerdo Escolar Nacional, sus salarios se han devaluado, así como beneficios como aguinaldos, bonos de juguetes, uniformes y otros beneficios que antes disfrutaban gracias a la negociación colectiva.
Respecto a llamar la atención de Epsom, aseguraron que fue una “especie de suerte que si la visitas algún día puedas asistir”.
Luis Cano, presidente del Frente de Defensa de Jubilados y Pensionados, señaló que ante la falta de oferta también se han implementado cronogramas de mosaicos en organismos de salud como la EPASM.

Luis Cano, presidente del Frente de Defensa de Jubilados y Pensionados. Foto: Lucía Ramírez.
“Vas a pedir cita y resulta que a los tres meses te la dan porque no hay médicos para atender la demanda. La mayoría se ha ido por el bajo sueldo y no los critico, otros privados por 400 bolívares. El centro tendrá una oportunidad. No los culpo”, dijo.
Lamentó que la institución que brinda apoyo al personal adscrito al Ministerio de Educación se encuentre actualmente abandonada por su Junta Directiva.
Aunque se reunieron con la junta directiva del instituto para su recuperación, la respuesta nunca fue satisfactoria. “Nos dieron explicaciones, pero más que palabras queremos soluciones y respuestas”, dijo.
Después de cinco meses de protestas, los trabajadores insistieron en permanecer en las calles. La próxima convocatoria será el próximo martes 4 de julio en el Parque Carabobo.
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