Un grupo de diputados venezolanos prepara una ley para regular las redes sociales, luego de que el presidente Nicolás Maduro se refiriera a las estadounidenses WhatsApp e Instagram y a la china TikTok como “multiplicadoras del odio y el fascismo” en el país, informó este jueves el oficialista PSUV en la Asamblea Nacional. (AN, Parlamento) con una amplia mayoría.
La representante chavista Imaru González indicó -en un comunicado- que el objetivo es “revisar o crear una norma” que regule el uso de las redes sociales, “cada vez con efectos más negativos” sobre “niños y adolescentes” y “profundizando la violencia”. en estas plataformas digitales”.
Además, el primer vicepresidente de la Comisión de Libertad de Familia, Religión y Culto de la AN señaló que la discusión responde al “llamado” de Maduro, quien recientemente dijo que no existe “ninguna forma de control nacional” en Venezuela. Este asunto.
Por su parte, el legislador gubernamental Juan Carlos Alemán, presidente de la Comisión de Comunicaciones del Parlamento, propuso que este reglamento sea incluido en el proyecto de Ley de Medios Electrónicos y uno de sus objetivos es que las empresas “tengan una oficina en el territorio nacional”. Para contactarlos “si se violan las leyes del país”.
Este martes, Maduro denunció un “golpe cibernético, fascista y criminal” que está “en WhatsApp y en todas las redes sociales”, que, según el presidente, “busca entrar en la mente de los venezolanos”.
En este supuesto golpe de Estado, Maduro ha vinculado al magnate sudafricano Elon Musk con una “secta satánica” que el empresario – afirmó – “lidera a multimillonarios en Estados Unidos”, sin aportar ninguna prueba que respalde las acusaciones.
El lunes pasado, el jefe de Estado aseguró que WhatsApp es utilizado en el país para amenazar a militares y policías, así como a líderes comunitarios, por lo que pidió al pueblo erradicar la plataforma de manera voluntaria, progresista y radical.
Maduro hizo las acusaciones luego de que el país celebrara elecciones presidenciales el 28 de julio en las que fue reelegido para un tercer mandato consecutivo, resultados rechazados por la mayoría de la oposición, según el Consejo Nacional Electoral (CNE), que “denunció fraude”. , y que desató una serie de protestas en el país, que el gobierno consideró acciones “criminales” y “terroristas”.