El presidente de Ifedec, Eduardo Fernández, explicó que para recuperar Venezuela se necesita un proyecto integral que permita dejar atrás más de 23 años de destrucción sistemática; y afirmó que “la unidad no puede existir en el aire”.
Fernández tuvo la oportunidad de participar este jueves en las instalaciones del Colegio San Ignacio de Loyola en Caracas, en el congreso “100 Años de la Educación Jesuita en Venezuela”, que contó con las ponencias de los coordinadores del Centro Gumila, Javier Contreras y Ramón Guillermo Avellado. , presidente del Instituto Fermín Toro.
Para el excandidato presidencial y político de vasta experiencia, trazar un camino para los próximos cien años de Venezuela es fundamental. En sus palabras, vislumbra que el país se convierta en una nación fraterna, solidaria, donde prevalezca el amor y no el odio.
“Estoy convencido de que necesitamos un proyecto de nación. La unidad no puede estar en el aire, ni puede ser romántica. La unión nacional debe basarse en compartir un proyecto y una visión de país, con sus matices y diferencias, por supuesto, pero fundamentalmente unidos con el propósito de lograr un objetivo, que es salir de esta tragedia”, dijo. ellos.
Fundamental, continuó, es la inclusión que integra a todos los ciudadanos a la sociedad para que todos puedan contribuir y beneficiarse del proceso.
Destacó que a través de los valores de la solidaridad, la fraternidad, se podrá superar la exclusión que vive actualmente Venezuela. “Cuando no hay estado de derecho, hay arbitrariedad, no hay igualdad ante la ley, no hay respeto a los derechos humanos, hay exclusión. Este es el caso de Venezuela hoy; Pero los venezolanos también sufrimos la exclusión por motivos económicos porque vemos una minoría próspera, mientras que la mayoría no tiene lo mínimo para una vida digna. Vivimos en exclusión social, ligada a la pobreza, la marginación, la desnutrición, el desempleo, el hambre, la migración y la diáspora. Asimismo, estamos marcados por la exclusión cultural porque algunos somos educados y sabemos leer, mientras que otros tienen la oportunidad de quedarse al lado”.
“Se trata de cambiar esa realidad y ese es el desafío para la nueva generación”, conjeturó. “La meta de esta generación es cambiar a Venezuela de la exclusión a un país caracterizado por la participación de todos en el proceso social, una Venezuela incluyente e inclusiva. Un sistema social donde todos tengan igualdad de acceso a las oportunidades, la política, la economía, la educación, la cultura. y bienestar.
En este sentido, señala que la reconciliación es necesaria para superar la cultura de la división, la polarización, el odio y la venganza. Cámbiala por una civilización del amor, como dice el Papa Francisco. “A través de la amistad cívica debemos promover la búsqueda de consensos para solucionar los problemas de la sociedad. Las palabras clave son amor, solidaridad, fraternidad, respeto, pluralidad; Y el rechazo es odio, venganza, venganza y violencia.
“Es tiempo de reconstrucción nacional porque venimos de la destrucción sistemática de lo construido durante un cuarto de siglo”, rechazó. “Algunas cosas han sobrevivido a esta política de destrucción nacional y debemos reconstruir el país en todos los aspectos: político, económico, social. Queremos un país donde los servicios públicos sirvan, donde no haya corrupción, donde los venezolanos se sientan orgullosos, donde reine el respeto, la dignidad y el amor.
“Una Venezuela donde podamos decir que la noche ha quedado atrás, el sol vuelve a brillar, los que se fueron y quieren volver y donde se fortalecen nuevas esperanzas”.