A dos meses de las elecciones presidenciales en Venezuela, Benjamín Gedan, director del programa latinoamericano del centro de estudios The Wilson Center, afirmó que “no existe una receta mágica” para resolver la crisis postelectoral.
“Es muy posible que en enero Nicolás Maduro, que perdió las elecciones de julio, comience su tercer mandato”, dijo a la VOA.
Según él, los gobiernos democráticos deben “hacer todo lo posible” para apoyar a la oposición e “impulsar una transición democrática” en el país sudamericano, del que han salido unos 8 millones de inmigrantes.
“Las sanciones pueden ser parte de este esfuerzo, pero también se deben considerar incentivos y garantías para el líder y su círculo íntimo”.
Gaydan coincidió en que el chavismo “mantiene el control total del país” a tres meses de la juramentación del nuevo presidente y cuenta con el apoyo de gobiernos como China y Rusia, que están “dispuestos a mitigar los efectos de las sanciones económicas”.
El peor momento ha pasado.
Geoff Ramsay, del Atlantic Council, especula que un desafío para la comunidad internacional es que Maduro “ya pasó el peor momento de presión internacional” hace cinco años, cuando los precios del petróleo se desplomaron, un “empujón” de sanciones y una “amplia campaña de secesión”. Esa escena “no volverá”, aseguró.
Sin embargo, advirtió que también podría estar sobreestimado el actual poder político de Maduro, que en su valoración tuvo que depender “de las estrictas políticas de su partido” y de las fuerzas de seguridad para reprimir cualquier disidencia.
“Pero al mismo tiempo está tratando de enviar una señal a las compañías petroleras multinacionales y a los inversores internacionales de que Venezuela sigue abierta a los negocios. “Esto pone de relieve las contradicciones inherentes a la estrategia de Maduro”.
Haga clic aquí para leer la nota completa sobre la VOA.