El 45% de los ataques contra activistas de derechos humanos son cometidos por la policía, las autoridades estatales o el ejército.
Entre 2012 y 2023, 200 defensoras de derechos humanos (DDH) fueron asesinadas en México, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Honduras, según un informe difundido esta semana por la red de activistas Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos en Tegucigalpa.
“Datos que nos duelen, redes que nos salvan. Diez años de embestida”, 119 páginas que reportan 200 asesinatos de mujeres activistas y 228 intentos de asesinato en la última década. El informe registró más de 35.000 ataques contra guardias y organizaciones en cuatro países de Centroamérica y México.
en dialogo con RFI, Ana Clara, integrante de la iniciativa que produjo este disco, explicó que lograron demostrar que el Estado y sus instituciones fueron los principales agresores contra las personas defensoras.
“El 45% de los ataques son cometidos por policías, autoridades estatales o militares”, afirmó.
Al mismo tiempo, el activista señaló que un gran número de delincuentes son “desconocidos”, algunos de ellos usuarios virtuales desconocidos, lo que demuestra el “aumento de los ataques digitales”.
El informe también denuncia acoso, campañas de desprestigio, amenazas y ataques por parte de personas asociadas a empresas extractivas o mineras, además de violencia emocional y verbal, que llevan a la criminalización de las mujeres que denuncian estos megaproyectos.
“El segundo derecho en el que detectamos más ataques a defensores es la defensa de la tierra y el territorio. Hemos documentado más de 4.500 ataques en este tema, y muchas veces detrás de ellos hay grandes empresas”, afirmó Anna Clara.
En ese sentido, señaló que existe una alianza entre empresas y estados con el crimen organizado para proteger intereses económicos y evitar que los activistas de derechos humanos sigan protegiendo a sus comunidades.
*Leer más: En agosto se registraron 134 ataques e incidentes de seguridad contra defensores de derechos humanos
Este estudio no se limita a denunciar ataques contra defensoras en Centroamérica y México, sino que busca desarrollar una estrategia para proteger a las mujeres contra una violencia tan generalizada, que incluso conduce a su desaparición física.
“No grabamos sólo para alarmar, sino para informar, apoyar con estos datos y protegernos. Ser mujer enfrenta ataques especiales. Entonces, la forma en que nos protegemos es construyendo redes”, revela.
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