El ejército israelí confirmó el martes (22/10/2024) la muerte de Hashem Safi al-Din, posible sucesor del jefe de Hezbollah, Hassan Nasrallah, quien se sospechaba que había muerto en un ataque israelí en el Líbano. A principios de este mes.
Avichai Adrai, el portavoz árabe de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), confirmó esta noche su muerte, en un ataque del 4 de octubre, diciendo: “Hemos contactado a Nasrallah, a su sucesor y a la mayoría de los líderes de Hezbollah”. llegarán cuando amenacen a los civiles en el Estado de Israel”.
Junto con la muerte de Safi al-Din, a quien el ejército israelí nombró jefe del consejo ejecutivo de Hezbollah y que era primo de Nasrullah, las FDI también anunciaron la muerte de Ali Hussein Hajimer, el comandante del ala de inteligencia de Hezbollah.
Operaciones de inteligencia militar
“Las FDI llevaron a cabo un ataque específico organizado por agencias de inteligencia contra el principal cuartel general de inteligencia de Hezbollah”, dijo la agencia en un comunicado, indicando que se creía que 25 miembros de Hezbollah estaban en las instalaciones subterráneas en el suburbio de Dahet, en el sur de Beirut, que fue objetivo de Los bombardeos de Israel en el Líbano el mes pasado han sido.
El propio primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aseguró el 8 de octubre que Israel había matado a Safi al-Din y a su posible sustituto: “Hemos eliminado a miles de terroristas, incluido el propio Nasrallah, los sucesores de Nasrallah y los sucesores de Nasrallah”, afirmó. Nombre detallado.
Sin embargo, el ejército matizó posteriormente sus palabras asegurando estudiar su posible muerte, lo que inteligencia pudo confirmar hoy.
Desde que Israel lanzó su ofensiva terrestre en el sur del Líbano en las primeras horas del 1 de octubre, al menos 2.483 personas han muerto e Israel afirma tener más de 1.500 militantes.
Hasta la escalada del conflicto y el intercambio de disparos en la frontera el 8 de octubre; En Israel murieron 52 personas -la mitad de ellas civiles-; Mientras que en el Líbano había más de 700, entre ellos más de 400 combatientes de Hezbolá, pero también un centenar de civiles.