Las principales deficiencias identificadas en las clínicas ambulatorias incluyen la escasez de medicamentos, la falta de personal capacitado y el deterioro de la infraestructura. A esto se ha sumado la fuga de talentos, ya que muchos médicos jóvenes optan por emigrar debido a las precarias condiciones del sistema sanitario.
Luis Daniel Cambero Impulso
La crisis sanitaria en Venezuela continúa agravándose, siendo el colapso de la atención primaria uno de sus principales problemas. Según un reciente informe de la Federación Médica Venezolana, más del 80% de los ambulatorios del país están funcionando con recursos mínimos, poniendo en riesgo la salud de millones de ciudadanos.
Jaime Lorenzo, médico especialista en administración hospitalaria y director de la ONG Médicos Unidos de Venezuela, advirtió sobre las graves consecuencias de esta situación. “El gran problema de salud en Venezuela es la falta de atención preventiva en los consultorios ambulatorios”.
El experto recuerda que antiguamente la prevención era una prioridad en la política de salud pública, pero la situación actual es completamente diferente. “En el último siglo Venezuela tuvo más de 7 mil ambulatorios. Sin embargo, hoy en día muy pocos de ellos prestan servicios adecuados”.
Lorenzo destacó que el deterioro de los ambulatorios ha creado un impacto significativo en la salud de la población, que se ha manifestado en un aumento de enfermedades crónicas, embarazos adolescentes y una disminución en las coberturas de vacunación.
“La falta de atención primaria ha expuesto a millones de venezolanos a enfermedades prevenibles”, afirmó.
Las principales deficiencias identificadas en las clínicas ambulatorias incluyen la escasez de medicamentos, la falta de personal capacitado y el deterioro de la infraestructura. Asimismo, Lorenzo advirtió sobre una fuga de talento, ya que muchos médicos jóvenes optan por emigrar debido a la precaria situación del sistema de salud venezolano.
Para combatir esta crisis, el experto propuso implementar un plan integral que incluya la capacitación de nuevos profesionales de la salud, el suministro de equipos y medicamentos a los ambulatorios y la restauración de la infraestructura existente.
“La atención primaria es la base de cualquier sistema de salud. Si no invertimos en ella, las consecuencias serán cada vez más graves”, afirmó.
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