con una espátula
Aunque el ascenso fue para 12.670 militares, Nicolás Maduro no dejó de reconocer a los 271 oficiales de la Guardia de Honor Presidencial (GHP) y de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), entre los que destacó la competencia de estos organismos “conspiradores”. del enemigo imperialista y sus aliados”. En la Revolución Bolivariana, los soldados del GHP son privilegiados y, en cambio, los de la Dgcim, ambas organizaciones encabezadas por el Mayor General (ex) Iván Rafael Hernández Dala, con la excepción que los miembros de la contrainteligencia sean actores o colaboradores de las torturas y abusos a los derechos humanos que se llevan a cabo en los sucios sótanos de la organización.
Por Sebastiana Barráez / Infobae
Durante la ceremonia de ascenso, Nicolás Maduro impuso el cinturón a los funcionarios, acompañado del Ministro de Defensa, GJ Vladimir Padrino López; MG José Ornellas Ferreira, Estado Mayor General del Comando en Jefe; GJ Domingo Antonio Hernández Lárez, Comandante Estratégico Operacional de la FANB (Ceofanb) y demás miembros del Estado Mayor General de la FANB.
Maduro, quien llegó al evento con el uniforme de comandante en jefe, aseguró que “hoy tenemos una Fuerza Armada Nacional Bolivariana cada vez más fuerte, más integrada, más combativa, más unida y cada vez más decidida a avanzar hacia el siglo XXI”. ., que llena de gloria a la patria venezolana”, sin contar los miles de militares profesionales que salen del estamento castrense.
Sorprende que el Presidente haya resaltado la solidez institucional y moral de los designados, quienes, según él, han sido capaces de identificar, contrarrestar y derrotar múltiples conspiraciones del enemigo imperialista y sus aliados, desconociendo lo que cientos de testimonios de funcionarios de la DGCIM han indicado. Los torturadores, que secuestraron a muchos presos, emitieron informes policiales fabricados sin pruebas que los respaldaran, los obligaron a confesar su culpabilidad y los amenazaron directamente con atacarlos a ellos oa sus familias.
Maduro los calificó de “profesionalismo, inteligencia, capacidad de trabajo, moralidad y lucha, la declaración perfecta, elogio y motivo de orgullo como organización de nuestra FANB”, cuando en realidad se formularon las más terribles acusaciones contra los funcionarios de la DGCIM, responsables por la tortura y asesinato de un teniente capitán Por amenazas contra instituciones, hijos de funcionarios de detención y contra ellos mismos.
Utilizando una frase muy común en la oposición venezolana, resaltó “estamos en el camino correcto, estamos en el lado correcto de la historia y todos deben perseverar en ese camino profesional, impecable, honesto, moral, patriótico, bolivariano, y cada vez más, profundamente chavista, su espíritu, pensamiento y acción”.
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