Sucedió contra Canadá en la Copa América. Sucedió contra Paraguay, en Asunción, hace unas semanas. Ha sucedido muchas veces en el pasado. Y ahora en Santiago de Chile: cuando el partido, el momento, exige que la Vinotinto dé un paso adelante y asuma con convicción no sólo la necesidad imprescindible de ganar, sino el conocimiento de que es favorita, se rinde a la naturaleza irresistible. Contexto y No hagas tareas.
El partido ante el equipo sureño fue tan decepcionante como preocupante. A pesar de liderar el marcador en dos ocasiones, Venezuela nunca supo defender, estratégicamente y hasta desde el punto de vista psicológico y emocional, la ventaja. Momentos que le regalaron goles de Jefferson Savarino y Rubén Ramírez. La Vinotinto se quebró en defensa y no solo le permitió a Chile volver al partido, sino que anotó 4 goles cuando había marcado solo 5 goles en las 11 jornadas anteriores de esta eliminatoria.
Hasta ayer, uno de los puntos altos de la actuación de Venezuela en este Mundial fue su tenacidad defensiva, máxime cuando el equipo dirigido por Fernando Batista decidió defenderse en un bloque medio-bajo, cediendo la iniciativa del partido al rival. Ahora el lado defensivo, por así decirlo, tiene varios registros, varias “divisiones”. No es lo mismo defender con bloqueo bajo que defender cuando arriesgas en ataque y pierdes el balón con líneas avanzadas y tus centrocampistas en recuperación y tus defensores tienen mucho espacio detrás. Y precisamente en esa situación particular Binotinto fracasó estrepitosamente: yEl equipo criollo encaró el horror en las transiciones defensivas, No pudo morder el sector medio para bloquear y bloquear el avance de Chile con posesión dominante.
Por ejemplo, si solo nos quedáramos con postales del momento del disparo de Suazo y el desvío de Tomás Rincón, o del gran disparo de Lucas Cepeda para poner a Chile adelante en el marcador, podríamos hablar sesgadamente de mala suerte o de mérito absoluto. Aunque el final de la obra es discutido, el análisis necesita ir más allá. La cuestión no son los disparos en sí, sino la instalación.La pasividad e incluso cierta indiferencia de la defensa venezolana permitieron a Chile llegar al frente del área de Romo prácticamente sin oposición.
Venezuela miró el partido desde el principio, sí, pero este tipo de decisiones inevitablemente conllevan riesgos, y la mayoría de ellas giran en torno al desafío de tratar de defender eficientemente desde tu propia portería, buena presión después de perder la posesión para evitar que el balón viaje muchos metros. retirada defensiva y Por supuesto, no aprovechar el espacio detrás de tus defensores bloqueando el progreso del oponente y así hacer avanzar las líneas. Binotinto no logró grabar todos esos juegos.
Entonces, si mencionamos que el equipo de Batista era el objetivo para ver el partido, debemos detenernos en el análisis del desempeño ofensivo de la selección nacional. Las carencias, los problemas locales que se arrastraron durante la clasificación, volvieron a quedar patentes, obviando por un momento la llave de la Copa América. Mencionamos juegos relacionados: Vinotinto no fabrica balones al nivel de su nombre y piezas Desde el centro del campo hacia adelante, especialmente en la zona del mediocampista ofensivo.
“Ignorando por un momento la llave de la Copa América, volvieron a quedar evidentes las carencias, los problemas locales que se arrastraron durante las eliminatorias. Mencionamos juegos relacionados »
A diferencia del segundo tiempo contra Brasil en Maturín, La comparecencia de Telasco Segovia ayer no funcionóComo centrocampista en el once inicial: El jugador de Casa Pia encontró el partido difícil desde el punto de vista físico, especialmente cuando la dinámica de ida y vuelta de la primera parte requirió constantes retrocesos defensivos. Sumado a esto, Venezuela nunca obtuvo el control del balón (un abrumador 71% de posesión para Chile al final de la primera mitad) y como resultado, no logró generar mucho juego ofensivo, especialmente en las calles interiores.
Dicho todo esto, Es imposible estar de acuerdo con el profesor Batista Cuando consideró en la rueda de prensa posterior al partido que Venezuela “no superó ampliamente a Chile”, eso contrastó con la autocrítica de algunos jugadores como Rafael Romo o Tomás Rincón en la zona mixta. La Vinotinto lleva 8 partidos sin ganar. Son 5 empates y 3 derrotas. Ha sumado apenas 5 puntos en los últimos 24. No ganan en las eliminatorias desde que vencieron a Chile (3-0) en el estadio Monumental de Monagas, hace más de un año.
Un proceso de revisión e introspección es esencialPor el Cuerpo Técnico de la Selección Nacional. El terrible momento que atraviesa la Vinotinto exige que reconsidere su rumbo futbolístico y tome las medidas pertinentes, trabajar durante 5 meses hasta la reanudación del Mundial, para que Venezuela incremente significativamente su nivel competitivo.
Y las formas importan, incluso en la derrota. Si bien Venezuela aún tiene posibilidades matemáticas de clasificarse al Mundial de manera directa o por repechaje, lo cierto es que ayer la Vinotinto jugó uno de los peores partidos que será recordado por mucho tiempo. Fue una “final”, un encuentro importante, Si nos guiáramos por el contexto y el momento del rival, y se repitiera una historia conocida: en el fútbol no se puede dar un paso adelante con lógica.