La contribución de dinero acordada para la COP29 es “un insulto a las necesidades de los países en desarrollo”, dijo el jefe negociador boliviano, Diego Pacheco, coincidiendo con la opinión de que es demasiado poco y demasiado tarde.
Texto: RFI con AFP
Casi 200 países acordaron en la COP29 en Bakú este domingo que las naciones ricas aporten 300 mil millones de dólares al año a los países en desarrollo para combatir el cambio climático, un objetivo que estos últimos consideran insuficiente. El negociador boliviano Diego Pacheco dijo: 'Esto es un insulto a las demandas de los países en desarrollo.
Según el borrador final del acuerdo, los países ricos se han comprometido a contribuir “al menos” 300 mil millones de dólares anualmente hasta 2035 para ayudar a los países pobres a enfrentar las consecuencias del calentamiento global.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que esperaba “un resultado más ambicioso” e instó a “los gobiernos a ver este acuerdo como una base… y construir sobre él”.
El presidente Biden elogió el acuerdo como un “importante paso adelante” en la lucha contra el calentamiento global, y el comisionado de clima de la Unión Europea, Wapke Hoekstra, dijo que era “el comienzo de una nueva era para la financiación climática”.
“Este objetivo no es lo que queríamos lograr. Después de años de negociaciones, no es ambicioso para nosotros”, dijo Evans Njewa, diplomático de Malawi y jefe del bloque de Países Menos Desarrollados.
La contribución acordada “es un insulto a las necesidades de los países en desarrollo”, dijo Diego Pacheco, jefe negociador de Bolivia. “Pagar la deuda climática es un derecho de los países del Sur global”, defendió ante una gran ovación en la sala donde se celebró la sesión plenaria.
El keniano Ali Mohamed, que lidera el grupo de naciones africanas, dijo que estaba “extremadamente decepcionado” por el acuerdo “demasiado pequeño y demasiado tarde”. Y el representante indio, Chandni Raina, atacó “una cantidad desafortunada”.
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“No será suficiente”, advirtió a la AFP el jefe negociador de Panamá, Juan Carlos Monterrey.
Los países en desarrollo calculan que, con la inflación, los países que brindan esta asistencia (europeos, Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia, Nueva Zelanda) tendrán mucho menos esfuerzo financiero real, incluso más bancos multilaterales de desarrollo.
“Ningún país consiguió lo que quería y dejamos a Bakú con una montaña de trabajo por hacer. Así que ahora no es el momento de alardear”, dijo en un comunicado el jefe de la agencia climática de la ONU, Simon Steele.
El acuerdo establece por separado el ambicioso objetivo de alcanzar un total de 1,3 billones de dólares al año para 2035, destinado a los países en desarrollo, que incluirá contribuciones de los países ricos y otras fuentes de financiación, como fondos privados o nuevos aranceles.
Un día después de que se tomara oficialmente la decisión y después de negociaciones “dolorosas”, la ministra de Medio Ambiente de Brasil, Marina Silva, atribuyó la continuación del bloqueo a la falta de “liderazgo central”.
El año que viene, la ciudad brasileña de Belém será la sede de la COP30.
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