Amnistía Internacional señaló que, cuatro meses después del incidente, al menos 198 adolescentes “aún sufren graves consecuencias psicológicas y físicas por detenciones injustas, acusaciones penales infundadas o torturas perpetradas por las autoridades venezolanas”.
Amnistía Internacional afirmó este jueves 28 que la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) investiga crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela, incluidas la detención arbitraria y la tortura de adolescentes.
En su última investigación, la ONG reveló detenciones arbitrarias, torturas y malos tratos, así como graves violaciones al debido proceso en el caso de seis adolescentes detenidos entre el 29 y el 31 de julio, durante la represión contra el gobierno de Nicolás Maduro. Manifestantes que exigieron los resultados de las elecciones presidenciales.
Los abusos documentados contra niños y niñas incluyen palizas con puñetazos y patadas, descargas eléctricas, estrangulamiento y amenazas de muerte o relaciones sexuales, con la intención de obligarlos a confesar.
“Él lloró y me dijo que lo torturaban. Yo lloré y lloré. Lo abracé, pero donde lo toqué para abrazarlo me dolió (…) Mi hijo me dijo que después de toda la electricidad, su “Se sentía como si estuviera muerto”, dijo la madre de un joven de 16 años que fue golpeado después de que soldados con bates de béisbol en la espalda y el torso le pusieran una bolsa en la cabeza para asfixiarlo y le aplicaran descargas eléctricas en los pezones. Da, haciéndole perder el conocimiento al menos dos veces.
El adolescente fue colocado en fila en el suelo con otros detenidos “para que los militares los patearan uno a uno, con la intención de grabar un vídeo en el que dijera que le pagaban para atacar a Amnistía”. Informe
“Me dijo que lo que hacía era contener la respiración. Le quitaron la capucha, estaba respirando y gritaron '¡Graba!' Y esa capucha otra vez Estuvieron un rato así (…) Me dijo que por la electricidad sentía que se le desviaba la mandíbula”, relató otro familiar de un adolescente de 17 años.
Según contó a sus familiares, agentes de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) le colocaron en repetidas ocasiones una capucha con gas pimienta para asfixiarlo, le tiraron violentamente del cabello, lo arrojaron al suelo y le propinaron numerosas patadas. piernas y cabeza; También le aplicaron descargas eléctricas en las manos.
“Además, una mujer policía comenzó a golpearlo en el oído, alegando que lo que le faltaba era un golpe de una madre que había muerto años atrás. “Debido a la gravedad del golpe, no pude oír durante unos cuatro días. “
“Cuando se trata de proteger y respetar los derechos humanos, hemos llegado a un punto en el que podemos esperar lo peor del gobierno de Nicolás Maduro. Detener, torturar, criminalizar y castigar a niños cruza una línea que ningún Estado debería cruzar. Exigimos la Liberación inmediata e incondicional y reparación de todos los niños y niñas actualmente sometidos a la brutalidad interminable de las autoridades venezolanas”, afirmó la Secretaria General de Amnistía Internacional, Agnes Callamard.
Amnistía señaló que, cuatro meses después del incidente, al menos 198 niños y niñas “aún sufren graves consecuencias psicológicas y físicas por detenciones injustas, acusaciones penales infundadas o torturas cometidas por las autoridades venezolanas”.
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En septiembre, más de 100 menores fueron liberados de prisión, afirmó Amnistía, basándose en datos de agencias nacionales. A mediados de noviembre, otros 25 salieron de prisión, aunque permanecen bajo medidas cautelares y procesos judiciales por cargos como terrorismo.
“Estas violaciones y crímenes contra menores son parte de un patrón más amplio de violaciones generalizadas y sistemáticas del derecho a la integridad personal y a la libertad y a un juicio justo perpetradas por el gobierno de Maduro. Mientras Amnistía Internacional y otras organizaciones de la sociedad civil exponen formas nuevas y más oscuras Ante este abuso de poder, los Estados a nivel mundial deben sumarse a la protesta global y exigir que en Venezuela se respeten los derechos humanos, comenzando por los derechos de los niños y niñas”, subrayó. Secretario General de Amnistía.
Llamó a la comunidad internacional a apoyar, de manera pública, privada y financiera, la investigación en curso de la Fiscalía de la CPI, así como la investigación penal abierta contra funcionarios venezolanos bajo el principio de jurisdicción universal, y el escrutinio de determinación de hechos de las Naciones Unidas. Naciones. misión
En el primer mes después de las elecciones, las autoridades informaron de al menos 2.200 detenciones, además de los más de 300 detenidos por motivos políticos antes del 28 de julio.
“Además de este aumento sin precedentes de las detenciones arbitrarias por motivos políticos, que incluían no sólo a niños sino también a personas con discapacidad, la represión incluyó ejecuciones extrajudiciales, denuncias más creíbles de tortura, desapariciones forzadas, ataques generalizados a la sociedad civil, represalias contra defensores de los derechos humanos y Sólo graves violaciones de la garantía de justicia”, señaló Amnistía.
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