El fiscal general de la República, Tarek William Saab, ha advertido que la oposición extremista quiere llevar a los venezolanos a “un conflicto fratricida” y para ello intenta crear el embrión de una guerra civil.
Durante su participación en el programa del medio digital La Iguana TV, el jefe de operaciones criminales describió una serie de incidentes violentos que se han presentado periódicamente desde el advenimiento de la Revolución Bolivariana y continúan hasta el día de hoy.
Saab señaló que la extrema derecha ha realizado todo tipo de actividades y utilizado “armas convencionales y no convencionales”, la conocida como “guerra híbrida” contra la revolución bolivariana.
“Ya sea golpe de estado, anarquía, rebelión, derramamiento de sangre a través de la guerra civil, nosotros que representamos la autoridad del Estado legítimamente constituido en Venezuela en este momento”, dijo, señalando que el objetivo es destruir las estructuras de gobierno.
En cuanto a Saab, no hay duda de que quieren expresar la violencia “creando el embrión de la guerra civil, perfeccionando el terror utilizando todos los recursos disponibles”.
Consideró que todo lo que ha hecho el sector extremista de la oposición, apoyado por intereses extranjeros, se debió a “la intención de robar y saquear nuestro petróleo, gas, coltán, agua (…) para que Venezuela sea colonizada nuevamente”. Era de Estados Unidos. “Dijeron, esta área es de ellos”.
Saab recordó que la “campaña” para derrocar al Gobierno bolivariano había causado numerosos muertos y heridos. Recordó que el plan ultraderechista conocido como “La Salida” en 2014 dejó 48 muertos y 800 heridos.
Aseguró que a partir de este momento se agravará un “episodio de guerra híbrida, que es el uso de los medios de comunicación y las redes sociales para criminalizar al Estado venezolano”.
El jefe de acciones penales sostuvo que tales acciones están diseñadas para dar lugar a las llamadas sanciones económicas, las cuales se implementan ampliamente con el objetivo de generar malestar entre la población.
“Las sanciones son una grave violación de los derechos humanos, porque las llamadas sanciones económicas no tienen como objetivo sancionar a un gobierno, sino a toda una población. Incluso Naciones Unidas lo ha reconocido”, advirtió Saab.