Las autoridades panameñas sospechan que el número de migrantes muertos en la selva puede ser mayor, ya que muchos cuerpos no pueden recuperarse o incluso son devorados por los animales debido al terreno inhóspito.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, dijo este jueves 19 de diciembre que en lo que va del año 55 migrantes han muerto y 180 niños han sido abandonados mientras cruzaban la selva del Darién rumbo a Estados Unidos.
“55 personas muertas en la frontera Colombia-Panamá en 2024.”
El bosque se ha convertido en un corredor para los migrantes, que intentan llegar a Estados Unidos desde Sudamérica. La mayoría son venezolanos, aunque también hay colombianos, ecuatorianos, haitianos y chinos.
Lea también: OIM pide a Colombia integrar a casi tres millones de migrantes venezolanos
En este viaje, los migrantes enfrentan peligros como ríos caudalosos, animales salvajes y bandas criminales que los roban, violan y matan, según la agencia internacional.
Las autoridades panameñas sospechan que el número de muertos en la selva podría ser mayor porque el terreno accidentado hace que muchos cuerpos no puedan ser recuperados o incluso sean comidos por los animales.
En lo que va de año, 300.000 migrantes han cruzado el Darién, un 41% menos que en 2023, cuando un récord de 520.000 personas hicieron el peligroso viaje.
Pese a la caída de las cifras de inmigración, Mulino destacó que “180 menores no acompañados” han sido abandonados en la selva panameña y ahora están al cuidado de instituciones de cuidado infantil.
En algunos casos, los menores estaban solos porque sus familiares murieron o se perdieron en el bosque, pero otros viajaban solos, según el organismo internacional.
“Es un problema muy grave porque, según tengo entendido, se trata de menores de edad, desde jóvenes hasta mayores”, dijo Mulino.
“Por supuesto, cada menor no acompañado en Venezuela, Colombia o Ecuador tiene una familia. No creo que hayan llegado a esos países sin que alguien les responda y deberíamos averiguarlo”, añadió.
Organismos internacionales han destacado que los menores que llegan a los pasos fronterizos panameños sufren de heridas en la piel, esguinces, picaduras de insectos, enfermedades y deshidratación.
“Constatamos que el 21% de los niños y adolescentes siguen formando parte del flujo migratorio, pero identificamos un grupo que nos preocupa especialmente: los no acompañados”, advirtió a la AFP Diana Romero, experta de Unicef sobre la emergencia en Panamá.
Según Romero, el número de menores que viajan no acompañados de familiares aumentó de unos 3.000 en los primeros once meses de 2023 a 4.476 durante el mismo periodo de 2024.
Vista de publicación: 11