Anova Consultores publicó un estudio sobre movilidad intergeneracional en la educación en Venezuela. Señaló que un aspecto importante de esta dinámica es el aumento significativo de la proporción de jóvenes que no estudian ni trabajan, conocidos como “NEETS”, quienes han aumentado significativamente entre 2015 y 2021, alcanzando un tercio de los jóvenes del país. población
“Venezuela muestra una tendencia de largo plazo a reducir la proporción de jóvenes que logran superar el nivel educativo de sus padres”, señaló en su reciente estudio la consultora Anova Policy Research. Señaló que debido a lo anterior, la movilidad intergeneracional en educación ha disminuido en el país en las últimas décadas.
“Esta tendencia coincide con una disminución significativa de los ingresos reales de los hogares desde 2013, lo que ha limitado la capacidad de los padres para invertir en la educación de sus hijos y ha reducido el incentivo para que la nueva generación continúe su formación académica”, concluye el estudio.
A partir de datos de investigaciones, la consultora señala que un aspecto importante de esta dinámica es el aumento significativo de la proporción de jóvenes que no estudian ni trabajan, conocidos como “NEET”, que aumentará significativamente entre 2015 y 2021. , llegando a un tercio de la población joven.
“El creciente aislamiento de los jóvenes venezolanos, especialmente de las mujeres, del proceso de acumulación de capital humano condicionará el acceso futuro a empleos de calidad, limitando sus condiciones de vida y la posibilidad de desarrollo sostenible de sus familias. Este hecho constituye en sí mismo un elemento que perpetúa la desigualdad y las perspectivas de desarrollo futuro del país”, reveló en su sitio web.
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Según Anova Policy Research, este contexto enfatiza la urgencia de políticas que promuevan la reinserción educativa y laboral de los jóvenes venezolanos. Dijo que comienza con un proceso de estabilidad y crecimiento económico, que restablezca el poder adquisitivo de los ingresos laborales, como elemento central para restaurar el incentivo para que los jóvenes acumulen más capital humano.
“Venezuela está a la cola de la región en indicadores de movilidad educativa ascendente. Es importante revertir estas tendencias para garantizar un progreso inclusivo y sostenible en Venezuela en los próximos años”, añadió.
ANOVA define la movilidad económica intergeneracional como un indicador que mide la relación entre el nivel educativo o los ingresos de los padres y el nivel educativo o los ingresos de sus hijos, mostrando en qué medida los antecedentes familiares afectan las perspectivas educativas y laborales de los individuos.
Agregó en su investigación que el análisis de estimaciones de movilidad intergeneracional, a partir de microdatos de la encuesta de hogares, clasificó el nivel educativo de las familias cuyos padres viven con hijos de 15 a 24 años en cuatro niveles: sin estudio o preescolar completo, primaria, secundaria y educación terciaria.
A partir de los indicadores descritos anteriormente, la consultora recuerda que en años anteriores pudo estimar que “entre 1994 y 2021 movilidad ascendente (los niños tienen más educación que sus padres) disminuyó en un 41%, mientras que movilidad descendente (niños con menor nivel educativo que sus padres) aumentó en un 105%. Estos hallazgos describen un país con barreras cada vez mayores y mayores desincentivos estructurales para estudiar, lo que apunta a una desigualdad continua en el futuro.
Añadió que al mismo tiempo, “la proporción de mujeres que no estudian ni trabajan ha aumentado significativamente de alrededor de una cuarta parte de la población joven femenina en 2010 al 40% en 2021. Mientras que la proporción de hombres ninis es relativamente baja”. para las mujeres, ha aumentado desde 2010, del 13% en 2010 al 26% en 2021.”
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