El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aprobó este lunes una ley que establece la igualdad salarial para hombres y mujeres que realizan el mismo trabajo y aseguró que el gobierno garantizará su estricto cumplimiento.
“Sepa que este gobierno hará cumplir esa ley”, anunció Lula en un evento en Brasilia, donde cientos de mujeres celebraron la prohibición.
El presidente admitió que algunas empresas tienen algunos conceptos erróneos sobre la nueva ley, pero advirtió que, una vez que esté en vigor, la ley no puede ser “violada” o “burlada”.
Pidió a hombres y mujeres que denuncien la violación de la ley y aseguró que es necesario que “todos los hombres comiencen a enfadarse ante la desigualdad, porque la desigualdad no es natural”.
La nueva ley modifica la denominada Consolidación de las Leyes del Trabajo, que data de 1943, y unifica las leyes laborales para establecer definitivamente la obligatoriedad de la igualdad de remuneración entre hombres y mujeres que realizan el mismo trabajo.
El texto prevé los procesos de transparencia y remuneración que deben seguir las empresas, crea diversas herramientas de fiscalización para asegurar el cumplimiento y establece fuertes sanciones administrativas para quienes infrinjan la ley.
Según estadísticas oficiales, las mujeres representan el 51,1% de la población de Brasil, ganan alrededor de un 22% menos y ocupan sólo el 37% de los puestos directivos en las empresas.
Un paso muy importante para la igualdad
La ley que establece la igualdad salarial para hombres y mujeres que desempeñan las mismas funciones en Brasil, aprobada este lunes, es solo el “primer paso” hacia el respeto y la igualdad, dijo a Efe la ministra de la Mujer, Cida Gonçalves.
“Trae una nueva visión para Brasil”, dijo la ministra sobre la ley aprobada por el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, quien inició su mandato el 1 de enero con un fuerte compromiso con la igualdad de género frente a las marquesinas y la violencia doméstica.
Algunos sectores económicos han deslizado críticas veladas a esta nueva ley, alegando que podría aumentar los costes de las empresas o generar desempleo entre las mujeres, situaciones que la ministra descarta por completo, incluso utilizando datos de la ONU.
“Naciones Unidas dice que la igualdad de remuneración contribuye a que aumente el producto interior bruto (PIB) de los países y, si eso ocurre, también aumentan los beneficios de las empresas” y la sociedad en su conjunto se beneficia, explica.
Las mujeres representan el 51,1% de la población de Brasil y, según datos oficiales, ganan cerca de un 22% menos que los hombres. Además, ocupan sólo el 37% de los puestos directivos de la empresa.