Este 10 de enero Venezuela iniciará un nuevo mandato presidencial que comenzará con tensión e incertidumbre.
El arresto y posterior liberación de la líder opositora María Corina Machado este jueves fue un paso en la escalada del conflicto político que será un día crucial este viernes.
Se espera que Nicolás Maduro asuma el cargo para un tercer mandato en una tradicional ceremonia de investidura en el Palacio Federal Legislativo, sede del parlamento unicameral de Venezuela.
Y en cambio, Edmundo González Urrutia, considerado presidente electo por la oposición y el gobierno internacional, ha confirmado que regresará a Venezuela para prestar juramento tras demostrar su victoria en las elecciones presidenciales de julio con la publicación de actas.
Ante esta nueva fase del conflicto, el país se encuentra sumido en la incertidumbre y bajo un gran despliegue militar y policial que no impidió que miles de manifestantes salieran a las calles este jueves para protestar contra Maduro.
Los partidarios del gobierno también salieron a las calles y se espera que lo hagan nuevamente este viernes.
“A partir de hoy estamos en una nueva etapa”, dijo Machado este jueves.
Pero ¿por qué es significativo este día 10?
1. Lo que dicta la ley
“El candidato elegido asumirá la presidencia de la República el diez de enero del primer año de su período constitucional, mediante la prestación de juramento ante la Asamblea Nacional.”
Así lo establece el artículo 231 de la Constitución de 1999 y para dar cumplimiento a dicha orden, Maduro se presentará este viernes ante los diputados en el Palacio Federal Legislativo.
Los funcionarios se han visto nublados por las dudas dentro y fuera del país sobre la victoria declarada del presidente en ejercicio en las elecciones presidenciales del 28 de julio.
Según el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el partido gobernante, el candidato a la reelección ganó con el 52% de los votos.
Sin embargo, la empresa aún no ha presentado resultados detallados que fundamenten esta afirmación.
Por el contrario, la oposición afirmó que el ganador de las elecciones fue su abanderado ideal, el diplomático Edmundo González Urrutia, que obtuvo alrededor del 70% de los votos, de los cuales el 80% fue recibido por la coalición antichavista, según los registros del escrutinio. .
La autenticidad de las actas en poder de la oposición fue confirmada por el Centro Carter, uno de los pocos observadores internacionales independientes invitados por las autoridades para seguir el proceso.
González Urrutia, que ya ha sido reconocido por Estados Unidos y varios gobiernos latinoamericanos como presidente electo, ha asegurado que regresará este viernes a Venezuela para lucir la banda presidencial.
Salió de Venezuela en septiembre y se instaló en España ante amenazas de arresto.
Las autoridades han advertido al excandidato opositor que será arrestado si pone un pie en Venezuela.
2. Más vigilancia y más detenciones
Desde principios de año, la presencia policial y militar se ha reforzado en toda Venezuela, particularmente en Caracas.
Miles de uniformados han sido desplegados alrededor del Palacio Presidencial de Miraflores, así como del cercano Palacio Federal Legislativo, sede del parlamento, ambos en el centro histórico de la ciudad.
Por su parte, para acceder a la capital y sus principales vías, el ejército y la policía han instalado puestos de control para controlar los vehículos que los transportan a ellos y a sus pasajeros, le dijeron a BBC Mundo fuentes en el terreno.
La presencia policial se hizo notar en la protesta de este jueves.
“La derecha venezolana está preocupada por el despliegue de fuerzas policiales y militares, lo cual es muy normal”, dijo esta semana el ministro del Interior, Diosdado Cabello.
“Los presidentes y representantes de más de 100 países vienen a Venezuela para la toma de posesión y tenemos que garantizar la seguridad de esos invitados, pero también de los venezolanos”, justificó el funcionario, quien aseguró que están en marcha planes de desestabilización y “golpe de Estado”. Conspiradores del estado
Aunque Cabello calificó la operación como “normal”, hay elementos inusuales. Uno de ellos es la participación de miembros de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), una de las dos agencias de inteligencia venezolanas.
La DGCIM, junto con el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) y la Policía Nacional, se encuentran entre las fuerzas de seguridad acusadas por la Misión Internacional Independiente de Investigación de las Naciones Unidas para Venezuela de delitos como tortura, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y otros delitos. . Crimen de lesa humanidad.
En un video difundido por el Comando Estratégico Operacional de las Fuerzas Armadas (SIOFAN), el director del organismo de inteligencia, coronel Alexander Granco Arteaga, respaldó la medida porque “el país está amenazado”.
Esta interpretación fue respaldada por Maduro, quien este miércoles anunció la detención de siete “mercenarios extranjeros”, que se sumarán a la lista de 150 detenidos en los últimos meses.
“Los arrestos continúan, ya que una información lleva a otra. Tenemos buena información para desmantelar lo que estamos desmantelando, una conspiración internacional financiada por el gobierno saliente de Estados Unidos”, declaró.
Pero no sólo fue detenido el inquilino acusado. Hasta el miércoles, grupos de oposición y grupos de derechos humanos informaron que más de una docena de políticos, líderes vecinales y activistas de derechos humanos habían sido detenidos en al menos tres estados del país.
Estos arrestos incluyen al yerno de González Urrutia, Rafael Tudares; El ex candidato presidencial Enrique Márquez y el activista de derechos humanos Carlos Correa.
Las autoridades confirmaron las detenciones y las justificaron diciendo que los detenidos formaban parte de una “conspiración”.
Hasta el momento no han revelado el paradero de los detenidos ni les han permitido ponerse en contacto con sus familias, lo que ha llevado a los defensores de los derechos humanos a describir los casos como “desapariciones forzadas”.
El martes, Maduro dio un paso más en su “unión cívico-militar-policial” al activar la Agencia de Defensa Integral (ODI), entidad que, explicó, “aglutina a todas las fuerzas políticas, las fuerzas populares, las fuerzas armadas, las milicias y todas las policías”. efectivo.
En un acto realizado en el Palacio de Miraflores, el gobernante tomó juramento a los guerreros de las distintas empresas públicas, integrados por trabajadores y a quienes se les vio portando armas de guerra.
Asimismo, desde el miércoles se ha visto a grupos de motociclistas simpatizantes del partido gobernante, conocidos como “colectivos”, recorriendo las calles de Caracas y otras ciudades.
3. Contramedidas
“El despliegue masivo militar y policial tiene como objetivo impedir cualquier tipo de protesta contra la toma de posesión”, explicó a BBC Mundo un funcionario judicial que pidió no ser identificado por razones de seguridad.
Sin embargo, María Corina Machado, la líder de la oposición a quien las autoridades venezolanas prohibieron presentarse a las elecciones presidenciales de julio pasado, dijo a los venezolanos que superaran el miedo causado por más de 2.000 arrestos y numerosos casos de tortura después de las elecciones. y abuso.
“Ha llegado el momento (…) todos sabemos que se acabó”, dijo, instando a sus compatriotas a salir a las calles del país para protestar contra la toma de poder de Maduro.
“Que el miedo nos tema”, dijo.
El llamado fue atendido y este jueves se registraron 157 protestas en todo el país, 17 de las cuales fueron reprimidas, según datos provisionales de la organización Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS).
Pero la estrategia opositora no sólo intenta “calentar las calles” para obligar a Maduro a romper la coalición que lo mantiene en el poder, sino que también maniobra a nivel internacional con el mismo objetivo.
En los últimos días, González Urrutia realizó una gira que lo llevó a Argentina, Estados Unidos, Panamá y República Dominicana para recabar apoyos.
De igual forma, el excandidato opositor ha anunciado que regresará al país para prestar juramento y dijo que estará acompañado de varios exlíderes hispanoamericanos.
Caracas, por su parte, advirtió que el plan suponía un “riesgo muy grave” para los implicados, quienes serían considerados “agresores” y tratados como tales.
“Les recomiendo que no se pongan a inventar”, dijo el ministro Cabello, quien recordó que en los últimos años la fuerza aérea derribó 400 aviones que ingresaron ilegalmente a territorio venezolano.
El funcionario también aseguró que el verdadero plan opositor es que González Urrutia jure en una de las embajadas de Venezuela que el gobierno no controla desde 2019.
La analista Carmen Beatriz Fernández afirmó que la doble estrategia de la oposición apunta a crear “un impulso político en torno a la figura de Edmundo González Urrutia”.
“Lo que no sabemos es si esta estrategia tendrá tanto éxito para lograr su objetivo: prestar juramento”.
“En el mejor de los casos, el plan conduce a una ruptura (entre el chavismo) y a una negociación que permita la toma de posesión de González Urrutia a partir del día 10. Y en el peor, le hace la vida más difícil a Maduro en el poder”, Universidad de Navarra (España) político le dijo a BBC Mundo el profesor de comunicaciones.
4. ¿Quién apoya a quién?
Las autoridades venezolanas dijeron que a la tercera toma de posesión de Maduro desde 2013 asistirían unos 2.000 invitados de 100 países, pero solo cinco presidentes.
La prensa venezolana especuló que asistirían los líderes cubano y nicaragüense Miguel Díaz-Canel y Daniel Ortega, respectivamente.
El presidente boliviano, Luis Arce, otro aliado de Venezuela, anunció que no asistiría, aunque reconoció la controvertida victoria de Maduro. Su ausencia se deberá a la presencia de su rival y ex mentor político el expresidente Evo Morales.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, confirmó su ausencia este miércoles y atribuyó su ausencia no sólo a la negativa de las autoridades venezolanas a mostrar actas que hubieran respaldado la victoria de Maduro en las elecciones, sino también a una reciente ola de detenciones.
La reelección de Maduro ha sido cuestionada por Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea (UE) y un importante número de países latinoamericanos.
Los gobiernos antes mencionados han negado el envío de representantes a la toma de posesión, y algunos de ellos ya consideran a González Urrutia el presidente electo de Venezuela.
La decisión de Maduro de reconocer a su oponente como ganador de las elecciones enfureció a países como Paraguay, que decidió cortar relaciones diplomáticas con el país.
Rusia, Irán y China, por su parte, han reconocido la reelección de Maduro y enviarán delegaciones al evento.