Nominado por un moribundo Hugo Chávez, su sucesor y ganador de las elecciones de 2013 por menos de 200.000 votos, Nicolás Maduro Respaldado por las fuerzas represivas del Estado en 2018, para contrarrestar las masivas protestas civiles de 2014 y 2017 que exigían respeto a la democracia y una solución a la crisis económica.
En 2018 logró la reelección frente a un jugador políticamente disminuido, Henry Falcón. Antes de esto, el gobernante y su séquito, a través de Corte Suprema de Justicia (TSJ), Asamblea Nacional Constituyente de 2015 y Consejo Nacional Electoral (CNE) intentó sacar del camino a todos los candidatos y partidos con posibilidades de derrotarlo descalificando a la oposición y cancelando tarjetas de publicidad política.
¿Cómo llegar al tercer mandato de Maduro? Los analistas aconsejan El efecto Kokuyo Señalan que ante el creciente descontento popular por las malas políticas gubernamentales, el chavismo no tiene más remedio que intensificar su represión contra la disidencia y cruzar una última línea roja al ignorar la voluntad de los votantes el 28 de julio.
Lo que se puede esperar, advirtieron, en un nuevo período, si las tácticas de oposición no logran revertir la situación, es la “destrucción” de la poca estructura social que queda y la “destrucción” de los derechos civiles como único medio para sostenerlos. “a la fuerza”.
Enterrar su legitimidad
“Durante este tercer período se eliminará lo poco que queda del tejido institucional y haría imposible la vida civil Y Libre ejercicio de los derechos individuales y el grupo de venezolanos. ¿Cómo se puede intentar sobrevivir a esta oportunidad cancelando toda posibilidad de libertades y derechos civiles? Y, sin embargo, vuestra situación siempre será de inestabilidad y emergencia. Continuará en medio de conmociones institucionales y ataques sostenidos al Estado de derecho. Mientras dure”, afirmó el consultor político Luis Totti Medina Gill.
El analista político sostuvo que a la legitimidad de origen “siempre se le debe un equilibrio” por parte de Maduro. Primero, por la oscuridad que rodeó la muerte de Chávez y luego por la forma en que fue designado presidente interino. La constitución establece en su artículo 233 que si el presidente electo se ausenta antes de asumir el cargo (Chávez no prestó juramento ante la AN) deberá asumir el cargo de jefe del parlamento cuando se convoque a elecciones dentro de 30 días, pero fue Diosdado. Cabello.
El 14 de abril de 2013 se realizaron las elecciones y según el poder electoral, Maduro derrotó a Henrique Capriles con el 50,61% de los votos, frente al 49,12% de los votos. Capriles impugnó los resultados, pero su recurso ante el CNE fracasó.
“Las elecciones de 2018 tampoco se sostuvieron Credibilidad y confianza En la presidencia de Maduro. Por el contrario, fue esta elección la que dio origen al desconocimiento internacional de su autoridad. Esto llevaría más tarde a la declaración de un jefe de Estado vacante y al nombramiento de un gobierno interino reconocido por 60 de las democracias más importantes del mundo. Ahora, el 28 de julio significa el último clavo en el ataúd de la legitimidad presidencial de Maduro”, afirmó.
“Fuerza” contra la disidencia.
En las elecciones del 20 de mayo de 2018, Maduro logró ser reelegido con el 67,84% de los votos, mientras que Falcón obtuvo el 20,93%. Pero antes de ese día, la Contraloría General de la República inhabilitó a Capriles por 15 años; A través del TSJ, la ANC y el CNE, Primero Justicia, Voluntad Popular (VP) y mesa de unidad democrática (MUD), entre otros.
A través de una serie de fallos del TSJ, las manos de la AN en 2015 también quedaron atadas con la mayoría opositora, y la ANC en 2017 llegó a asumir plenamente su poder. La represión de las fuerzas de seguridad contra las protestas civiles en 2017 mató a más de 100 personas, después de que las protestas de 2014, sin el líder de VP, fueran encarceladas. Leopoldo LópezHasta su deportación en 2020.
Las elecciones de 2018 fueron desconocidas para la mayoría de la oposición que decidió no participar por la falta de condiciones democráticas, lo que llevó a que la AN de 2015 declarara la vacancia absoluta de la presidencia de conformidad con el artículo 233 constitucional y juramentara a Guaidó como presidente interino.
El interino fue reconocido por unos 60 países, incluidos Estados Unidos y la Unión Europea, lo que dio paso a un gobierno paralelo con solo control de los activos de Venezuela en el exterior.
“Para superar un proceso complejo y lleno de obstáculos, Maduro ha tenido que utilizar todas las instituciones del país, utilizar la fuerza y juzgar la política para reprimir y desmantelar a la oposición. La presidencia de Maduro en los dos mandatos anteriores fue una historia de resistencia y supervivencia. Este tercero no será diferente”, dijo Medina Gill.
2014 al 9 de enero de 2025, Foro Penal 18.185 detenciones registradas por motivos políticos en Venezuela; 14.000 personas liberadas y 9.000 personas que siguen sujetas a libertad condicional arbitraria. De esta cifra, 1.697 detenciones se realizaron en el contexto de las protestas postelectorales del 28 de julio, y más de 150 de ellas fueron contra menores (de 14 a 17 años). La ONG sólo pudo verificar 112 liberaciones.
Activistas políticos, líderes sociales, miembros de partidos y defensores de los derechos humanos se encuentran injustamente tras las rejas. Directores de ONG como Rocío San Miguel, Carlos Correa, Javier Tarazona; Miembros del partido como Freddy Superlano, Perkins Rocha, Biagio Piliari, el periodista Roland Carino y el ex candidato presidencial Enrique Márquez son sólo por nombrar algunos.
En noviembre de 2024, la AN 2020 aprobó El emancipador Simón Bolívar actúa contra el imperialismo Prevé hasta 60 años de inhabilitación política y 30 años de prisión para quienes apoyen sanciones internacionales contra la administración de Maduro.
¿Cuál es la diferencia entre 2019 y 2025?
No faltan comparaciones entre la juramentación de Juan Guaidó como presidente interino en 2019 y la ilegitimidad de Maduro. Ante esto, analistas políticos destacan que la AN de 2015 utiliza el procedimiento previsto en la Constitución para declarar completamente vacante el cargo de Presidente de la República y nombrar un gobierno interino, aunque sin control de la región ni del presupuesto nacional.
Maduro, por su parte, sostuvieron, permitió mediante negociaciones las elecciones del 28 de julio de 2024, pero no reconoció los resultados a favor de Edmundo González. A pesar de la presión política, civil e internacional, asumió el cargo este 10 de enero, apoyado por Fuerzas Armadas Nacionales (FANB) y determinados poderes públicos que la regulan.
“La diferencia entre los dos juramentos es la diferencia en términos de legitimidad de origen. Se dijo que la juramentación de Guaidó no tuvo en cuenta todas las prácticas de legitimidad en Venezuela, porque no fue elegido presidente; “pero fue de un organismo legítimo como la AN y ante la absoluta falta de un jefe de Estado, según la Constitución, asumió y llenó un vacío de poder por desconocimiento de las elecciones de 2018”, afirmó un politólogo. Prefirió omitir su nombre en esta nota.
Destacó que tras las elecciones presidenciales de 2024, la mayoría de la oposición venezolana no se limitó a denunciar fraude electoral, sino que intentó recabar pruebas, en este caso un récord del 85% de los votos, para demostrar que González Urrutia derrotó a Maduro con 67% de los votos. votar
Una auditoría independiente fue solicitada por gran parte de la comunidad internacional para verificar los resultados, pero las instituciones venezolanas controladas por el PSUV bloquearon todas las vías.
¿Qué viene ahora?
“El golpe a la voluntad popular expresado en 2024, que demostró en su mayor parte el rechazo al proyecto político chavista liderado por Maduro, fue rechazado no sólo por la población venezolana y las autoridades de varios países, sino también por aliados ideológicos tradicionales como el presidente Gustavo Petro y Lula da Silva, de . Columbia y Brasil. Se trata de una información no menos importante, cuya relevancia e impacto es y será decisivo en el juego geopolítico regional de las próximas semanas y meses”, señaló Medina Gill.
Para los políticos, el desafío de la oposición es mantener la cohesión en torno a uno Estrategias nacionales e internacionales. Para continuar con el impulso del cambio político en Venezuela, ahora con un elemento básico: Maduro no tiene cómo justificar su estancia en Miraflores, porque no ha demostrado que ganó las elecciones y sólo puede mantenerse por la fuerza.