con una espátula

Florida es un estado lleno de agua. Además de los Everglades, tiene importantes sistemas fluviales como el río St. Johns, el más largo del estado, y varias cuencas como el lago George, Apopka y el poderoso Okeechobee. El agua no escasea, pero como otros recursos naturales hay problemas con su distribución. Zephyrhills es famoso por sus manantiales prístinos, pero ahora la ciudad puede estar enfrentando una escasez.
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De hecho, el agua de Zephyrhills se embotella y se vende en los supermercados de los Estados Unidos. Conocida como la “ciudad del agua pura”, está experimentando un aumento tan espectacular de su población que se teme que el líquido no sea suficiente para todos.
Zephyrhills se hizo famoso en la década de 1960, cuando una empresa local comenzó a extraer agua de Crystal Springs y vendérsela a los turistas. Dos décadas más tarde, la embotelladora francesa Perrier compró el negocio y, en 1987, Nestlé lo adquirió y lanzó la marca Zephyrhills a nivel nacional.

Muchos conocen el producto por su etiqueta, que representa una fuente de agua azul brillante rodeada de vegetación y un sol brillante. Debajo del nombre ZephyrHills, la compañía dice que la botella contiene “agua de manantial de Florida 100% natural”.
Tal es el nivel de preocupación que el Concejo Municipal de Zephyrhills aprobó una moratoria de un año para nuevas construcciones el mes pasado, incluso cuando el uso de agua de la ciudad se acerca peligrosamente a su asignación máxima. Este año, según el Washington Post.
Con esta decisión se quiere ralentizar el ritmo de construcción de viviendas y frenar así la afluencia de nuevos residentes. Según la Oficina del Censo de EE. UU., Zephyrhills es la ciudad de más rápido crecimiento desde la pandemia, una tendencia que continúa tres años después.
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