con una espátula
Claudio Vieira de Oliveira Ha estado desafiando las probabilidades médicas durante más de 44 años.
por eltiempo.com
El hombre, oriundo del municipio brasileño de Montse Santo, nació con una condición que lo condenó a pasar el resto de su vida con la cabeza sobre la espalda. Y alguna compresión permanente de sus huesos.
El parto de Claudio no fue fácil debido a la forma de su cuerpo y sus padres, quienes se sorprendieron al enterarse de la condición congénita de su hijo, no fueron informados. Su madre, María José Vieira Martins, admitió en el programa ‘Outlook’ de la BBC que, una vez que recibió el informe de los especialistas, lloró durante tres días seguidos.
La mala respiración, vinculada a la rara condición genética de Vieira, llevó a los médicos a creer que no viviría más de un día. Sin embargo, y para sorpresa de científicos y familiares, logró superar el sombrío pronóstico médico.
“Los médicos pensaron que no valía la pena darle de comer porque tenía la respiración muy débil. Su padre estaba en contra y ahora lo tenemos”, dijo la madre de Claudio en el mencionado programa.
Una historia de superación
Las limitaciones físicas no impidieron que el hombre llevara una vida normal. Con sus piernas atrofiadas, no tuvo más remedio que aprender a mantener el equilibrio sobre sus rodillas. Entonces, decidió afrontar nuevos retos.
En una conversación con ‘Sputnik’, Claudio reveló que al principio tuvo clases particulares y luego pasó a ir a la escuela regular, donde aprendió a leer y escribir a la perfección.
A la citada agencia de noticias, el sujeto describió: “Primero traté de leer mi propio nombre, luego me rasqué algo con un lápiz en la cara. Aprender a escribir ha sido verdaderamente un triunfo para mí. No he parado desde ese momento”.
Los sueños de Vieira no terminaron ahí. Una vez que terminó sus estudios escolares, llegaron estudiantes universitarios: el brasileño se matriculó en una institución de educación superior ubicada a 258 kilómetros de su casa, para estudiar finanzas y contabilidad, además de informática e idiomas extranjeros.
A pesar de ser apodado ‘el hombre con la cabeza al revés’, Claudio asegura que, de hecho, sus habilidades visuales no se han visto comprometidas. Los expertos creen que este es un caso de adaptación de la percepción visual. Aparte de lo anterior, no tiene dificultad para comer, beber, respirar o realizar otras actividades diarias.
“Mucha gente se imagina que miro hacia atrás por mi deformidad y la posición invertida de mi cabeza, pero veo normal”, explica Vieira a ‘Outlook’.
El diagnóstico de Claudio (ortogriposis múltiple congénita) ha traído muchos desafíos a su vida, pero también experiencias y oportunidades. Ha llegado a distintos rincones del mundo con sus relatos, ya sea a través de sus charlas, apariciones públicas o sus libros autobiográficos.
Tu camino como ponente
Fue en el año 2000 que Claudio debutó como orador en una iglesia de una ciudad de Brasil. Pronto, comenzó a contar su historia internacionalmente y a dar discursos motivacionales.
Los brasileños comenzaron en su tierra natal y luego se extendieron a América y países europeos. Entre los sitios que visitó se encuentran universidades, centros de rehabilitación e iglesias. Según ‘Sputnik’, en una ocasión también se reunió con el Papa Juan Pablo II.
“Puedes mirarme y decir qué más puede hacer un hombre sino arrodillarse y rezar. A pesar de tener este cuerpo, que es un poco diferente, nací sin límites por mi valentía y ganas de luchar por días mejores”, dijo Vieira en el mencionado programa.
En 2016, Claudio publicó su libro autobiográfico titulado ‘O mundo esta ao contrario’ (‘El mundo está al revés’). Antes de esto, ya había lanzado un DVD, en el que él mismo trabajó en la parte gráfica.
Investigadores de la Universidad de Brunel en Londres y la Universidad de Harvard en los Estados Unidos han estudiado a Claudio.
No faltaron las ofertas para arreglar su cuello, ya que sus ofertas fueron rechazadas. Aunque su apariencia física no es la típica, Claudio aparenta ser una persona feliz, contenta y dispuesta a “conquistar el mundo”, como ha manifestado en repetidas ocasiones en apariciones públicas.