El Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina destacó hoy el reconocimiento de la posición latinoamericana sobre las Islas Malvinas por parte de la Unión Europea (UE), que defiende el diálogo y el respeto al derecho internacional.
En un comunicado, la Cancillería consideró incluir el tema en la declaración final de la tercera cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) celebrada en Bruselas, Bélgica. logros diplomáticos.
“En cuanto a la cuestión de la soberanía sobre las Malvinas, la UE destaca la importancia del diálogo en la solución pacífica de las controversias y la posición histórica de la Celac basada en el respeto al derecho internacional”, señala el documento pactado en el evento.
Reafirmamos nuestro compromiso con los objetivos y principios consagrados en la Carta de la ONU, incluido el respeto a la igualdad soberana de los Estados y su integridad territorial”, agregó.
Según el Ministerio argentino, por primera vez en la historia de las relaciones birregionales, la UE reconoció formalmente la posición de la Celac sobre las islas en una declaración conjunta.
Ambas partes enfatizaron la declaración y preservación de América Latina y el Caribe como zona de paz.
El canciller de la nación, Santiago Cafiero, aseguró que, tras el anuncio, el gobierno de Alberto Fernández espera profundizar el diálogo con el bloque europeo sobre Malvinas.
El texto representa un nuevo llamado de la comunidad internacional al Reino Unido para que acepte cumplir con sus obligaciones de reanudar las conversaciones con Argentina, subrayó.
En su constitución, el país reconoce su “soberanía indiscutible sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y las áreas marítimas e intermareales asociadas”.
La recuperación de estos territorios, con respeto a la forma de vida de sus habitantes y de conformidad con los principios y leyes internacionales, constituye un propósito permanente e inalienable del pueblo de esta nación, dice la Carta Magna.
Cafiro ha denunciado en varias ocasiones la ocupación ilegal de las islas por parte del Reino Unido desde 1833 y la negativa de Londres a volver a la mesa de negociaciones.