El secretario de economía productiva y exportación de la Gobernación de Falcón, Sergio Quintero, informó que a dos meses de la reapertura gradual de la frontera marítima con las islas Aruba, Bonaire y Curazao (ABC) la exportación desde la región ya supera las mil toneladas.
Indicó que hasta los momentos hay ocho embarcaciones que realizan el intercambio comercial de diferentes rubros. Las grandes con capacidad de 40 a 60 toneladas son cuatro, las pequeñas con capacidad para siete u ocho toneladas son tres y para el traslado de pescado es una con capacidad de seis toneladas.
“Hay más frecuencia de viaje hacia Curazao desde el muelle artesanal de La Vela, aunque los tres puertos, Tucacas, Guaranáo y La Vela están operativos, de igual manera, gestionamos para comenzar con los zarpes hacia Curazao desde Tucacas”, precisó.
El funcionario recalcó que de seguir con ese ritmo podrían llegar al movimiento histórico de comercialización de 15 a 20 barcos en el tránsito marítimo antes del cierre de este año.
Dijo que lo más demandado por las islas son las frutas, verduras y hortalizas como plátano, la patilla, el aguacate, el melón, el tomate y la cebolla, pero también han exportado plástico y carga seca, ésta última hacia Curazao que en un primer momento presentó una restricción.
Por ahora estiman la incorporación del carbón vegetal y materiales de construcción, arena, piedra, cemento, ventanas, perfiles de aluminio, entre otros.
Especificó que también se ha exportado productos lácteos como queso duro, telita y guayanés, proveniente de distintos productores del occidente del país, entre ellos del Zulia, Trujillo, Mérida, Lara, Anzoátegui y por supuesto de Falcón.
Es importante señalar que el gobierno de Curazao extendió de dos a tres meses el tiempo de estadía de las embarcaciones en el mercado flotante de Punda o mejor conocido como el mercadito de los venezolanos.
Recuperación progresiva
Quintero afirmó que con los esfuerzos del gobierno bolivariano encabezados por el presidente Nicolás Maduro y el gobernador Víctor Clark, establecieron los contactos respectivos y las negociaciones con el Reino de los Países Bajos para la reapertura que hoy permite una formalización del intercambio.
En este momento todo se adecua a la formalización de la relación económica con los parámetros internacionales, los dueños de embarcaciones van poco a poco familiarizándose con los nuevos procesos y los requisitos exigidos tanto migratorios como náuticos.
Argumentó que la fluidez dependerá de la recuperación del mercado que conquistó Colombia, Costa Rica y República Dominicana con el cierre de las fronteras hacia Venezuela.
Dijo que se trata de un trabajo por parte de los productores y exportadores con el compromiso de asegurar la frescura del producto, mejorar la calidad del rubro, establecer un precio competitivo y la capacidad de responder a la demanda.
Alegó que es un proceso que tiene complejidad y requiere de tiempo, pero lo importante es que comenzó y ya está generando empleos en los puertos y permiten a productores del estado y del país colocar sus rubros.
Puntualizó que cada embarcación activa de 15 a 20 empleos directos, más los indirectos con el tema de la movilización de la carga, los centros de producción, los puertos, toda una cadena de valor.
Exportación en conjunto con el sector privado
El funcionario recordó que la actividad exportadora es desarrollada por el sector privado con el acompañamiento del estado para facilitar los procesos.
Por ello justificó los constantes acercamientos con todos los actores, entre ellos, Fedecámaras, productores, federaciones, para que la actividad comercial se fortalezca en bienestar de la economía.
También alegó que han sostenido reuniones con representantes de Mérida y Trujillo, interesados en la posibilidad de exportar desde la región, así como con inversionistas internacionales para explorar las posibilidades, acciones emprendidas para mejorar.