La familia de Daniel Sancho emitió este domingo un comunicado en el que, entre otras cosas, pedía a los medios de comunicación que no juzguen ni especulen sobre el joven chef español que atraviesa “momentos de extrema confusión”. En realidad no existe tal confusión: Daniel Sancho admitió que asesinó y desmembró al cirujano colombiano Edwin Arrieta durante un viaje juntos a Tailandia. Lo que pasa es que es hijo de un personaje famoso: el actor de cine y televisión Rodolfo Sancho.
Daniel Sancho, para ser precisos, cortó el cuerpo de Arrieta en 14 pedazos y lo embolsó en un vertedero en el océano. Pero los encontraron. Y él mismo contó su versión de los hechos donde estaba absolutamente seguro de que era culpable. En este punto, el único elemento que puede calificarse de engañoso es el móvil del crimen: inicialmente se especuló sobre problemas de pareja -celos, posible separación- que desencadenaron la violencia. Pero en su confesión a la policía tailandesa, Sancho dijo: “Soy culpable, pero fui rehén de Edwin. Soy rehén. Era una jaula de cristal, pero era una jaula. Arruinó mi relación con mi novia., Me hizo hacer cosas que nunca hubiera hecho.
Sancho -29 años- y el doctor Edwin Arrieta -44 años- llegaron a Tailandia el 31 de julio en un viaje de regreso el 3 de agosto. Negando una relación romántica, le da un giro a la trama: “Él estaba obsesionado conmigo. Me engañó, me hizo creer que quería hacer negocios conmigo, depositar dinero en la empresa de la que soy socio. Que hagamos cosas juntos, que abramos un restaurante en México, Chile, Colombia. Pero todo fue una mentira. Ella solo quería que yo fuera su novio”.
El 3 de agosto -según los investigadores del caso- Sancho llevó a Arrieta a su habitación de hotel en la isla de Koh Phangan. La colombiana insistió en tener sexo con el español quien la golpeó enfadado. La versión dice que Arrieta se golpeó la cabeza con una bañera y se desmayó. ¿Cómo sacaste las migajas y las pusiste en una bolsa de plástico? Hasta aquí llega la historia conocida. por ahora
Ya no importa si eran pareja: el cirujano está muerto, el ADN lo incrimina y hay una confesión. Los argumentos “Me engañó” o “Me puso en una jaula de cristal” no son atenuantes. Sancho fue acusado por un tribunal tailandés de asesinato premeditado, ocultación y robo de partes del cuerpo para encubrir la muerte o su causa. Sancho -que ahora vivirá con su padre- será procesado en Koh Samui, la tercera isla más grande de Tailandia.