Este martes, Santiago Peña juró como presidente de Paraguay y durante el traspaso de mando se comprometió a tender puentes de diálogo con todos los sectores y construir relaciones basadas en el pluralismo y la tolerancia.
“La capacidad de negociar y alcanzar acuerdos políticos no es sólo una habilidad, sino una actitud esencial para un liderazgo exitoso”, afirmó frente a palacio de gobierno. “Construiré puentes de diálogo y cooperación con todos los sectores para alcanzar acuerdos que beneficien a nuestro país”.
“Trabajaré para construir consensos que se basen en el bien común, trascendiendo lo que nos divide. Debemos crecer en ciudadanía, pluralismo, tolerancia y democracia.
Afirmó que es momento de llegar a un “acuerdo” para que las familias paraguayas puedan tener el nivel de vida que merecen, cuyo cumplimiento sea una obligación para satisfacer las necesidades de los ciudadanos.
El presidente, cuyo mandato finaliza en 2028, subrayó que su país “es llamado un héroe en el concierto de las naciones” en medio de tensiones geopolíticas por el agua, la seguridad alimentaria y la suficiencia energética.
“Siendo Paraguay una fuerza en estos tres grandes temas, se nos pide ser héroes en el concierto de las naciones”, afirmó.
Además, aseguró que su país está decidido a “abandonar la imagen de una isla rodeada de tierra”, como describió a Paraguay el escritor local Augusto Roa Bastos, y vaticinó que buscará convertirse en “el centro de la integración sudamericana”.