La actriz Megan Fox ha sorprendido a sus seguidores al admitir que está sufriendo Dismorfia corporal, un trastorno psicológico que hace que tengas una imagen distorsionada de tu propio cuerpo.
En una entrevista para la revista Sports Illustrated, Fox dijo que nunca amó su cuerpo y se sentía insegura acerca de sus defectos físicos.
Es un trastorno mental caracterizado por una preocupación excesiva y obsesiva por algún aspecto de la apariencia física. Los pacientes perciben sus cuerpos como defectuosos o anormales.
Sin embargo, esta percepción puede ser real o imaginaria, pero en cualquier caso genera un gran malestar y dolor en la persona que la experimenta.
Las personas con dismorfia corporal gastan mucho tiempo y energía tratando de ocultar o corregir los defectos percibidos. Este comportamiento puede afectar su autoestima, sus relaciones sociales y sus actividades diarias.
Algunos comportamientos comunes son mirarse constantemente en el espejo, compararse con los demás, buscar la aprobación de su apariencia.Evite situaciones que impliquen exponerse o someterse a múltiples cirugías estéticas.
Esta condición puede afectar cualquier parte del cuerpo. Sin embargo, la cara (nariz, piel, cabello), el pecho, los genitales o los músculos son los más comunes. El trastorno suele aparecer durante la adolescencia, etapa en la que la imagen corporal es crucial para el desarrollo de la identidad.
¿Qué causa la dismorfia corporal?
No se conoce una causa única o específica para la dismorfia corporal. Los expertos dicen que es el resultado de la interacción de varios factores de riesgo. Entre ellos están:
- Causas biológicas: Puede haber cambios en la función de ciertos neurotransmisores cerebrales, como la serotonina, que intervienen en el procesamiento de la información visual y emocional.
- Factores psicológicos: Las personas tienen baja autoestima, perfeccionismo extremo, tendencia a la rumiación y un estilo cognitivo distorsionado que magnifica sus defectos y minimiza sus virtudes.
- Factores sociales: Los medios de comunicación, las redes sociales y las influencias culturales en general pueden generar presiones estéticas y estándares de belleza irreales e inalcanzables que afectan la percepción y evaluación del propio cuerpo.
¿Cómo se trata la dismorfia corporal?
El tratamiento más eficaz para la dismorfia corporal es la terapia cognitiva conductual (TCC), una forma de psicoterapia. Ayuda a corregir pensamientos y comportamientos negativos relacionados con la apariencia física. La TCC se basa en las siguientes técnicas:
- Educación sobre el trastorno: Se explica al paciente qué es la dismorfia corporal, sus síntomas y consecuencias, y cómo se puede superar.
- Reestructuración cognitiva: Se enseña al paciente a identificar y cuestionar sus pensamientos irracionales o distorsionados sobre su cuerpo y reemplazarlos por pensamientos más realistas y positivos.
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- Exposición y prevención de respuesta: El paciente se ve expuesto paulatinamente a situaciones que le provocan ansiedad por su aspecto físico (mirarse al espejo, salir, etc.) y las conductas compulsivas que realiza para aliviarlo (lavarse, maquillarse, pedir para su tranquilidad hacer, etc.).
- Entrenamiento en habilidades sociales: ayudar a los pacientes a mejorar su confianza en sí mismos y su capacidad para relacionarse con los demás, independientemente de su apariencia física.
- Relajación y manejo del estrés: Se enseña al paciente técnicas de relajación muscular y respiración diafragmática. El objetivo es reducir el nivel de estrés fisiológico y emocional asociado con el trastorno.
En algunos casos, puede ser necesario complementar la terapia psicológica con un tratamiento farmacológico. Los fármacos más utilizados son los antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), como la fluoxetina o la sertralina. Estos medicamentos ayudan a regular los niveles de serotonina en el cerebro y mejoran el estado de ánimo y la ansiedad.
La dismorfia corporal es un trastorno grave que puede afectar severamente la calidad de vida de quienes la padecen. Por eso es importante detectarlo lo antes posible y buscar ayuda profesional especializada. Con el tratamiento adecuado es posible superar este problema y recuperar la salud mental y física.