Luis Aguiluz, jefe de Médicos Sin Fronteras (MSF) para Colombia y Panamá, Recomienda crear rutas seguras que expongan a los migrantes al sufrimiento y al peligro. Señaló que las fronteras militarizadas entre estos países dificultan el acceso de las personas a servicios básicos.
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha advertido que la militarización de la frontera entre Colombia y Panamá aumentará el sufrimiento de los migrantes. La advertencia se hizo luego de que la medida surgiera como una opción para intentar impedir que los ciudadanos transiten por Darién.
“No tenemos el poder de recomendar rutas o políticas migratorias, pero lo que podemos decir es que, como hemos visto en muchos contextos, la seguridad fronteriza, la militarización de las fronteras no reduce el tránsito de los migrantes, sino que aumenta su sufrimiento”. “, dijo Luis Aguiluz, de la oficina de MSF en Colombia y Panamá.
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Un representante de Médicos Sin Fronteras recomendó crear rutas seguras para los migrantes expuestos al sufrimiento y al peligro. Aseveró que medidas como la militarización de las fronteras, lejos de reducir la trata de personas, hacen a las personas más vulnerables a estas mafias y les dificulta el acceso a servicios básicos.
En palabras del ministro de Seguridad Pública, Juan Manuel Pino, ante el aumento del tránsito por la selva, el gobierno colombiano guarda silencio mientras el panameño “decidió transformar este tema humanitario en seguridad nacional”.
Este año ya se han registrado las cifras históricas más altas, con más de 300.000 migrantes en lo que va de año y casi 80.000 migrantes sólo en agosto.
El viernes 1 de septiembre, altos funcionarios de Panamá y Costa Rica iniciaron una reunión cerca de la frontera común para acordar medidas “prácticas” para hacer frente a la ola de migrantes que cruza ambos países rumbo a América del Norte.
Los ministros de Relaciones Exteriores y de Seguridad de ambos países y otras autoridades se reunieron en la ciudad de David, capital de la provincia panameña de Chiriquí, en la frontera con Costa Rica, a 445 kilómetros de la capital panameña.
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