con una espátula
El juez del “caso Negreira” no ve indicios de que el FC Barcelona comprara al árbitro para un partido concreto con “métodos de pago tradicionales”, aunque señaló “formas novedosas de posible venganza ilegal” a través de “posible corrupción sistémica” en materia técnica. Comisión de Cualificaciones y Designación de Vocales.
Lo apoya en diversas diligencias Joaquín Aguirre, titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, quien admitió que de momento no era posible confirmar el destino dado por el exvicepresidente del comité técnico de árbitros ( llamada a la acción). ) José María Enriquez Negrera y su hijo unos 7 millones de euros que les pagó el FC Barcelona entre 2001 y 2018.
El juez consideró que el caso era “una forma novedosa de posible represalia ilegal contra árbitros de fútbol”, en un contexto de “posible corrupción sistémica dentro de la CTA” cuando Negrera era vicepresidente de la organización y remunerado por el FC Barcelona. Le pagaron alrededor de siete millones de euros, según el club azulgrana, por realizar los informes arbitrales y arbitrales.
“Se supone por pura lógica que el FC Barcelona no habría pagado cerca de 7 millones de euros a Negreira, vicepresidente desde 2001, si no le hubiera beneficiado, no por la bondad del informe, sino por la condición de Negreira como miembro de la terna Vicepresidentes del CTA, cuya labor no sólo fue representativa… sino que ejerció importantes funciones relevantes en la calificación y designación de árbitros”, indicó.
En concreto, según el juez, lo que debe investigar la Guardia Civil es si se estableció dentro del CTA un sistema de clasificación de los colegiados tutelados por Negreira “que pudiera indicar los partidos relevantes de liga o copa y los partidos internacionales de los árbitros relacionados con él o incluso la división mantienen, incrementando así sus ingresos de manera muy importante”.
“Y aun cuando este último punto no esté probado”, anotó el juez, hay que estudiar que el pago anual al exvicepresidente de la CTA “es en sí mismo un delito, aun cuando no estén probados los pagos de Negreira a determinados árbitros. resultados del partido Para cambiar.
Por ello, el juez señaló que, durante la investigación completa, se determinará que el pago anual a Negrera constituye un delito equivalente al cohecho -citó el 286 bis de corrupción en los negocios, que castiga a quien promete, ofrece o concede-. Directores, administradores, empleados o asociados de una empresa o sociedad para obtener un beneficio o ventaja indebida para sí o para un tercero-, o si se trata de otro delito.
Según el juez, entre 2001 y 2018, el Barça pagó a Negreira entre 70.000 y 700.000 euros al año, “uno de los tres vicepresidentes de la organización que nombra cada día a los árbitros y que decide sobre los ascensos y descensos y la internacionalización de los árbitros)”. así que decidir en este caso: si se trata de un delito, qué delito y con qué finalidad se pagó el dinero.
Algunos árbitros retirados tienen dudas
El magistrado consideró que otros equipos de primera división “potencialmente sufren si se demuestra que el CTA determina la clasificación interna de los árbitros en base a criterios ajenos a su calidad técnica”.
El juez señaló que varios árbitros retirados hablaron ante los medios de comunicación sobre esta “posible corrupción sistémica del arbitraje español”, que destacó que el comité evaluador del CTA utilizó un índice corrector – “lo calificaron burlonamente de ‘corrupto'”, anotó. Determinar la clase interna de cada árbitro las consecuencias económicas que se aplican a los árbitros.
“Dicen que la realización del índice correctivo no cumplió con los criterios conocidos, de tal manera que los árbitros sospecharon que existía una discrepancia entre el nivel técnico de cada árbitro y su clasificación en algunos departamentos internos del CTA, lo que dio darles acceso a la internacionalización y, además, recaudar más dinero anualmente”, insistió.
En cualquier caso, el juez reconoció que ahora la Guardia Civil debe velar por que “la veracidad de esta sospecha sea mantenida públicamente por un número determinado de árbitros”.
Un “diseño de arbitraje a medida”
Para el juez, en este panorama de “posible corrupción sistémica” en el seno de la CTA, cualquier equipo de primera división que haya igualado al FC Barcelona durante los años investigados debe ser reconocido como ofendido por este procedimiento, aunque de momento sólo lo ha hecho el Real Madrid. Y otros se sienten representados por La Liga.
“Si el FC Barcelona pagó a un vicepresidente del CTA para que diseñara un determinado tipo de arbitraje, hay que reconocer que el concursante debería tener la condición de víctima, porque ese diseño a medida del arbitraje favorece a un equipo y perjudica a otros, que deben ser considerados víctimas del delito”, sostiene el juez.
A petición de la Liga Profesional de Fútbol, el juez acordó encargar un cuestionario por parte de la CTA a todos los árbitros profesionales y analizar las comunicaciones circulares e internas con Negreiras, avanzando “presunciones” sobre su posible “dirección”. Influencia o “indirecta” sobre los árbitros “en respuesta a los pagos realizados por el FC Barcelona”
Blanqueo, pieza aparte
En otro auto, el juez acordó abrir una parte separada de la causa original, que se circunscribe a los delitos de blanqueo de capitales cometidos por los Negreira con fondos del FC Barcelona.
Según el juez, la información referente al pago del Barça a Negreiras está “perfectamente comprobada” y la investigación requerida “no es demasiado larga”, centrándose en encontrar la “finalidad objetiva” de estos pagos, mientras que el caso de blanqueo podría ser más largo y el principal puede “bloquear injustificadamente” el procesamiento de la consulta
Caracas Al Dia