Caracas Al Dia
Según fuentes conocedoras de las negociaciones con EL PAÍS, la próxima semana 3.000 millones de venezolanos retenidos en el extranjero serán liberados. Los recursos serán administrados por Naciones Unidas y utilizados para trabajo y saneamiento para mejorar la vida de los venezolanos. La liberación de estos fondos fue acordada en el diálogo entre el chavismo y la oposición en México en noviembre del año pasado, pero no se ha implementado hasta el momento. La ONU temía que los acreedores del gobierno pudieran exigir el dinero. Pero en mayo, Estados Unidos aseguró su protección. “Este dinero se distribuirá pronto”, explican las mismas fuentes.
Por Juan Diego Quesada / elpais.com
El chavismo ha establecido la liberación de recursos como su máxima prioridad. Con el gobierno viviendo horas bajas, la supuesta recuperación económica de Venezuela se ha convertido en un espejismo para la mayoría de la población. El flujo de dinero, que incluye la construcción de escuelas, hospitales y la mejora de servicios públicos dañados, permitirá al chavismo mejorar su imagen de cara a las próximas elecciones, previstas para 2024. Este movimiento podría bloquear el diálogo en México, donde debe ser posible fijar una fecha para estas elecciones, donde la oposición competirá con un solo candidato.
El principal obstáculo para desbloquear activos ha sido la enorme deuda de Venezuela, que debe miles de millones de dólares en deuda comercial y laudos arbitrales. Varios prestamistas han recurrido a activos fuera del país, congelados por las sanciones estadounidenses, para intentar cobrar préstamos del gobierno y de la petrolera estatal PDVSA. El Banco de Inglaterra posee 31 toneladas de lingotes de oro y lo mismo ocurre con algunas cuentas en el Banco Central de Venezuela de Estados Unidos. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, temía que el asunto se convirtiera en un lío legal, pero Estados Unidos ha hecho todo lo posible con protecciones diplomáticas especiales que protegen los activos. El proceso involucra a funcionarios del estado y del departamento del tesoro. “Gutiérrez está listo. Ha llegado el momento de este dinero”, dijeron fuentes en las conversaciones. Naciones Unidas, desde Nueva York, depositará el dinero y se asegurará de que se acuerde su destino.
Jorge Rodríguez, jefe negociador del gobierno en México, dijo en su momento que se trataba de “bienes legítimos del Estado venezolano” y que recuperarlos “revela el avance del derecho de nuestro pueblo a usar y disfrutar de sus bienes y recursos de manera ilegal e injusta”. ” Bloqueada”. La liberación de fondos no está sujeta a una indicación abierta por parte del gobierno chavista. Sin embargo, la oposición y el país donante, Noruega, esperan que ayude a avanzar en un diálogo destinado a encontrar una solución acordada a la crisis política y social de Venezuela.
La comunidad internacional, junto con Emmanuel Macron y Gustavo Petro, también han expresado su preocupación por la lentitud con la que avanza el proceso. En este punto se esperaba que Maduro ya fijara una fecha para las elecciones presidenciales de 2024 y permitiera participar a los políticos de la oposición que actualmente no son elegibles. La votación debería contar con observadores internacionales, como la UE en las elecciones regionales de 2021. Garantizar que las elecciones sean justas e igualitarias. En otras palabras, la oposición puede efectivamente desafiar a Maduro por el poder.
Para ello, el partido de oposición intenta acudir a las elecciones con un único candidato. Salvo acontecimientos de última hora -que nunca pueden descartarse en este contexto-, el 22 de octubre se celebrarán unas primarias, de las que se elegirá un contrincante que, según lo acordado, contará con el apoyo del resto. Los organizó la propia oposición, luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) negara su participación. La favorita para ganarlos es María Corina Machado, pese a que lleva 15 años descalificada por el chavismo. El polaco Machado anotó muy bien en una pelea directa con Nicolás Maduro.
El CNE acaba de contratar un nuevo director, Elvis Amaroso, un veterano militante chavista, miembro del PSUV, amigo personal de Celia Flores, la Primera Dama, y autor de varias invectivas célebres. De los cinco rectores, tres están afiliados al gobierno chavista y dos a la oposición. La agencia será la encargada de celebrar elecciones que Estados Unidos y Europa esperan que sean justas. Maduro ha declarado públicamente que serán libres si el país queda libre de sanciones. El Estado tiene restricciones a la venta de su petróleo; establecer contratos económicos; adquisición de repuestos; alquilar servicios de empresas americanas, canadienses o europeas; acceso al crédito internacional; Y, dentro de unas semanas, utilizar sus fondos congelados en el extranjero.
Estados Unidos y Venezuela han desarrollado un enfoque tímido durante el año pasado, particularmente cuando Washington propuso a Caracas como una alternativa energética a Rusia, que lanzó su ofensiva en Ucrania. Los funcionarios estadounidenses se reunieron con Maduro en la capital venezolana y luego intercambiaron prisioneros allí, incluido el sobrino de la esposa de Maduro, Flores, quien estaba detenido por tráfico de drogas. Según reveló este diario, Rodríguez y Juan González, asesores del presidente Joe Biden, se reunieron en mayo en Qatar para intentar acordar otro intercambio de prisioneros. Washington llevó a cabo la reunión con el máximo secreto.
Sin embargo, los dos países se miran con desconfianza. Los funcionarios estadounidenses creen que Venezuela siempre tiene alguna excusa para no democratizar sus instituciones y procesos electorales. Aseguraron a Maduro que le habían tendido la mano con un gesto similar a la licencia que recibió Chevron para explotar petróleo en el país sudamericano. Aún así, no han visto avances significativos por parte de Venezuela. En cambio, el chavismo culpa a Washington de estrangular económicamente mediante sanciones y de intentar derrocar al gobierno actual creando un gobierno paralelo como el de Juan Guaidó. El método de presión finalmente falló.
Ahora las partes tienen una nueva oportunidad de cerrar la posición con la liberación de fondos. La última palabra sobre el desembolso de este dinero la tuvo Estados Unidos, que todavía espera alcanzar un acuerdo negociado. Maduro y Rodríguez deben mover la siguiente ficha marcando la fecha electoral en el calendario. A partir de ese momento se establece la arquitectura de un proceso que la comunidad internacional espera sea justo. El dinero estancado en el extranjero ya no será un obstáculo.