El dimitido presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, reiteró este martes 12 de septiembre que el beso con la jugadora Jenny Hermoso fue “consensuado”, “mutuo” y sin ninguna connotación sexual.
“Fue un acto mutuo, él vino a mí muy feliz. Me levantó, me levantó en el aire… los dos estábamos emocionados”, dijo Rubiales en una entrevista con el programa de televisión británico Piers Morgan Uncensored el martes.
“Tuve una conversación rápida con él. Nos felicitamos. Le di un beso rápido. Le pregunté: ‘¿Te puedo dar un ‘piquito’ rápido? Algo normal en nuestro país”, agregó Rubiales en la entrevista.
“Creo que me dio una bofetada o dos, se rió y listo. No fue intencional. No hubo ninguna connotación sexual de ningún tipo, fue solo un momento de felicidad, la alegría grande de ese momento”, explicó Rubiales. .
El expresidente de la RFEF causó sorpresa e indignación general cuando el 20 de agosto besó en la boca a la jugadora Jenny Hermoso en la ceremonia de entrega de medallas del Mundial de Australia tras la victoria de España.
Sus acciones, incluido el gesto de colocarse la mano en los genitales en el palco, y su posterior negativa a dimitir en una asamblea de la RFEF cinco días después provocaron que la FIFA le suspendiera durante 90 días.
Al mismo tiempo, la justicia deportiva española abrió un expediente contra él y un juez de la Audiencia Nacional, el principal tribunal penal de España, lo citó a declarar el viernes en una investigación sobre denuncias de abuso sexual.
“Resultó ser una bola de nieve hecha de argumentos falsos. Mis intenciones eran nobles, 100% no sexuales, 100%, repito 100%”, insistió Rubiales, al tiempo que se refirió también a su dimisión, que anunció el domingo. hizo
El expresidente de la RFEF justificó sus abrazos y su soltura diciendo que “creo que los latinos, por una cuestión cultural, somos más proclives a tocarnos, es muy normal en un mundo latino entre chicos y chicas”.
Rubiales se mostró “avergonzado” por su comportamiento en el palco junto a la Reina Letizia del estadio de Sídney e insistió sobre el beso en que “cometí un error y le pido disculpas sinceramente”.
“Un presidente puede abrazar, pero tiene que ser más diplomático y sereno”, añadió.
Rubiales, que negó haber presionado a Hermoso, insistió en que “tengo plena confianza en que la verdad saldrá a la luz y todo irá bien”.