con una espátula
En medio de la llegada masiva de inmigrantes a la ciudad de Nueva York, el alcalde demócrata Eric Adams busca medidas para mitigar los efectos, tras advertir en varias ocasiones sobre la falta de recursos de la ciudad para atender a los recién llegados. Ahora, busca suspender su antigua obligación de conceder asilo a quien lo solicite, mientras anuncia su viaje a América Latina para intentar persuadir a quienes quieran emigrar de que no busquen asilo en su ciudad.
para la nación
El martes, Adams dijo que le gustaría disuadir a la gente. El alcalde demócrata llegará a México, Ecuador, Colombia y Panamá en un viaje de cuatro días esta semana, después de que la metrópoli que gobierna haya recibido más de 120.000 inmigrantes el año pasado. “Queremos dar una evaluación honesta de lo que hemos vivido aquí. Estamos al máximo de capacidad”, declaró en comentarios recogidos por la AP: “Vamos a decirles que venir a Nueva York no significa que se quedarán en un hotel de cinco estrellas. No significa que se les permita trabajar automáticamente sólo porque están aquí”.
El viaje de Adams comienza este miércoles, y con él también quiere entender a qué se enfrentan los inmigrantes en su viaje a Estados Unidos: “Queremos darles cuenta real de que los refugios están llenos y no pueden encontrar empleo como asmáticos. “
Su agenda incluye su visita a la Ciudad de México este 4 de octubre para asistir a una conferencia internacional. Asimismo, visitaría Puebla en el mismo país. Adams planea hacer escala en Quito, Ecuador, para reunirse con representantes de organizaciones comunitarias antes de dirigirse a Bogotá, Colombia, el sábado. Su itinerario incluye otra parada en el Tapón del Darién en Panamá. Por eso regresará a Nueva York el domingo. “Tengo una crisis en la ciudad que amo y tengo que afrontar esta crisis a nivel local, estatal, nacional e internacional”, agregó.
Adiós al asilo obligatorio en Nueva York
Junto con esta medida, Adams busca suspender la obligación de la ciudad de proporcionar refugios. El martes por la noche, el alcalde pidió a un juez que permitiera a la ciudad renunciar a sus obligaciones legales, argumentando que tales medidas deberían suspenderse durante las emergencias.
“Con más de 122.700 solicitantes de asilo que han pasado por nuestro sistema de recepción desde la primavera de 2022 y más de 12.000 millones de dólares gastados en tres años, está muy claro que esta situación no puede continuar”. Dijo en un comunicado citado por Nueva York. bar.
En una carta dirigida a la jueza de la Corte Suprema de Nueva York, Erica Edwards, los abogados de la ciudad solicitaron que el decreto de consentimiento de 1981, que exige que la ciudad sea una ciudad santuario, se suspenda temporalmente cada vez que el gobernador o el alcalde declare el estado de emergencia.
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