El joven empresario Daniel Noboa, sin mucha experiencia política ni en la gestión estatal, ganó las elecciones presidenciales del domingo y se prepara para enfrentar uno de los mayores desafíos de la historia reciente del país: resolver la rampante violencia vinculada al narcotráfico que la perpetúa. Examinar la economía y la sociedad.
A sus 35 años, edad mínima para postularse a la presidencia, tuvo un breve mandato de dos años como legislador en la Asamblea, que fue disuelta por el presidente Guillermo Lasso en mayo mientras se desarrollaba un juicio político para destituirlo. Corrupción en el sector energético del país, informa AP News.
En la primera vuelta electoral, el ahora virtual presidente electo no apareció en las urnas ni en el punto de mira de sus siete rivales, entre otras razones, porque no se enfrentó. Tuvo un discurso que habló de seguridad nacional, empleo para jóvenes o libre acceso a las universidades públicas, lo que le permitió conectar con esos votantes.
Tras anunciar su victoria en la segunda vuelta electoral, dijo en una breve aparición pública que “estamos empezando a trabajar por ese nuevo Ecuador”, para reconstruir un país que ha sido “gravemente dañado por la violencia, la corrupción y el odio, a partir de mañana”. Empezar a trabajar con esperanza.”
El debutante presidencial desbancó con el 52,12% de los votos a su oponente, la abogada izquierdista Luisa González, quien obtuvo el 47,88%, con el 98,12% de las actas escrutadas. La victoria de Noboa frustró las aspiraciones del partido del expresidente Rafael Correa (2007-2017) de regresar al poder en una revolución civil.
El propio González admitió su derrota en segunda vuelta en un mensaje público y felicitó a su oponente.
“Felicitamos también a quienes no nos votaron”, dijo el candidato de la Revolución Civil, el partido de Rafael Correa que puso en esta elección la prueba de fuego para regresar al poder. Y expresó: “Ganó el candidato que eligieron y como ecuatorianos también los abrazamos”.
El heredero de una fortuna emporia que incluía el negocio bananero entró en la carrera sin experiencia política previa y entró inesperadamente en la segunda vuelta de la presidencia.
Ganó las elecciones en su primer intento con más del 82% de participación, donde obtuvo el apoyo de las provincias andinas ecuatorianas y de buena parte de la Amazonía. González recibió la mayor cantidad de votos en las regiones costeras, las provincias más sacudidas por la violencia y el narcotráfico como Guayas, Esmeraldas y Manabí.
Noboa se define como un defensor de la libertad empresarial y de una profesión de servicio social.
González, otro debutante en la carrera presidencial, ofreció los votos de su partido, que tiene la bancada más grande de la legislatura con unos 50 escaños, para los proyectos del nuevo presidente que no sean privatizaciones ni recortes de derechos.
Noboya llegó al poder con un bloque legislativo de 13 legisladores minoritarios de un total de 137 legisladores. El gobierno de Lasso también enfrentó una asamblea antimayoritaria durante su breve mandato que a menudo bloqueó sus proyectos legislativos.
El próximo presidente tendrá sólo 18 meses para intentar arreglar el país, abrumado por la violencia perpetrada por bandas criminales que rápidamente han multiplicado delitos como la extorsión, el secuestro, el robo y el asesinato.
La Embajada de Estados Unidos en Ecuador emitió un comunicado en respuesta a los resultados electorales, confirmando que continuará trabajando con el presidente saliente durante la fase de transición y ofrecerá cooperación a Noboa.
“Nuestros países comparten desafíos y prioridades urgentes. “Estamos comprometidos con nuestra relación de larga data”, decía el texto, firmado por el embajador Michael J. Fitzpatrick, citando la seguridad, el desarrollo económico inclusivo, la gobernanza y el medio ambiente.
Su única experiencia previa en política fue un puesto en el MLA de 2021, cuando encabezó la Comisión de Desarrollo Económico.
El analista y profesor de la universidad privada UTE, Juan Francisco Camino, dijo a AP que un potencial gobierno de Noboa debe priorizar un análisis detallado del presupuesto estatal y la implementación de cada ministerio para ver los recursos con los que cuenta. Y con urgencia “iniciar el proceso de transformación por sectores como el económico, el de seguridad y el político”.
Asumirá el poder en diciembre y para el analista Camino, “debe tomar medidas correctoras, pero no podemos esperar demasiado del Gobierno en tan poco tiempo”.
Entre las propuestas que prometió durante la campaña para acabar con el crimen organizado, Noboa propuso militarizar los puertos, aeropuertos y carreteras de Ecuador y recuperar el control de las prisiones del país.
Su plan Phoenix -como él lo llama una propuesta para crear un sistema centralizado de inteligencia y prevención del delito- se ha convertido en su buque insignia e incluye equipos más modernos para la fuerza pública, como uniformes altamente resistentes a las balísticas, armas, drones, cámaras de reconocimiento facial.
No aclaró con qué recursos implementaría este plan.
Julio Ricoeur, un ingeniero de 59 años cerca de una circunscripción al norte de la capital, dijo a la AP que “no espero mucho de esta elección, en primer lugar porque el presidente tendrá poco tiempo para hacer algo, y en segundo lugar porque en nuestra “En el país la asamblea es un organismo que está en el poder. Asa impide que nadie gobierne.”
Noboa anunció que el martes se reunirá con el presidente saliente Lasso para una transición ordenada.