Para 2024, investigadores del IIES-UCAB pronostican un crecimiento del PIB del 5,5% debido a una economía más dinámica apoyada por una mayor actividad petrolera de empresas internacionales como Chevron, Eni y Repsol, y con un aumento del gasto público propio de años electorales.
Cálculos del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (IIES-UCAB) sitúan a 2021 y 2022 como años con un crecimiento del producto interno bruto (PIB) de 5,4% y 7,2% respectivamente, con expectativas que apuntan en la misma dirección. 2023, pero la industria petrolera Un desempeño inesperadamente negativo de
En el informe de situación de Venezuela, presentado este miércoles 18 de octubre en el auditorio del Centro Cultural UCAB, investigadores del IIES-UCAB pronostican un crecimiento del PIB de sólo 1,4% al cierre de 2023, lo que asegurará una desaceleración del desempeño positivo. El año pasado resultó ser la economía venezolana.
Según el coordinador de la investigación, el economista Luis Zambrano Lentejuela, el decepcionante desempeño de 2023 está relacionado con la incapacidad de la industria petrolera para crecer este año.
Con la emisión de la Licencia General N°41 a Chevron, en noviembre de 2022, se esperaba un mayor impacto en la industria petrolera. Si bien la petrolera estadounidense aumentó su producción, Petróleos de Venezuela (Pdvsa) no hizo lo propio y Venezuela no superó el límite de los 900.000 barriles por día (b/d), aún con el aporte de Chevron de 120.000 b/d.
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En este sentido, se espera que el próximo año se caracterice por una mayor actividad económica, gracias al interés en los proyectos de Chevron y a la solicitud de licencias para ampliar sus operaciones en Venezuela por parte de la española Repsol y la italiana Eni.
“Para 2024 esperamos una aceleración del crecimiento que podría alcanzar el 5,5%, ligada a la recuperación de la producción de petróleo, principalmente gracias a la mayor actividad de algunas importantes empresas conjuntas gestionadas por Chevron y empresas como Eni y Repsol, que trabajan en el marco de sus sanciones y solicité permiso para hacerlo”, señaló.
A este factor se le sumará un elemento político, ya que se espera que en un año electoral el gasto público del gobierno aumente, el cual, además, no dependerá del financiamiento del Banco Central de Venezuela (BCV) sino de los ingresos internos, por lo que debería tener el efecto de una violenta aceleración de la inflación.
Ante este panorama, el IIES-UCAB pronostica una desaceleración en la tasa de inflación, que puede cerrar en 314% este año y se calcula una tasa de 230% en 2024. Tendrá la inflación más alta del planeta, pero con tendencia a la baja.
Aunque la inflación seguirá alta, se espera que el chavismo mantenga una política de controles cambiarios con continuas inyecciones monetarias en el mercado cambiario que retrasarán la apreciación del dólar. Esto crea un desajuste entre la inflación y el valor de la moneda.
“El BCV crea una política de micro ajuste semanal del tipo de cambio que se mantiene por debajo de la tasa de inflación. Esperamos que esta situación se mantenga sin cambios en 2024”, destacó Zambrano Lentejuela.
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Efecto de la prohibición
Para el profesor de la UCAB, las sanciones han tenido un fuerte impacto en los ingresos del gobierno por la venta de petróleo, ya que no solo ha disminuido la producción, sino que debido a las restricciones en el mercado internacional, Venezuela ha tenido que buscar un lugar en el mercado asiático. Importantes descuentos.
Se estima un descuento de hasta el 30% en las ventas de crudo, sumado a la caída de precios por la baja calidad del crudo extraído en Venezuela debido a los ineficientes procesos de la industria nacional.
Esta situación puede cambiar de aquí a 2024 precisamente gracias a Chevron, Eni y Repsol, que colocarán este petróleo en sus mercados naturales de Estados Unidos y Europa, aunque la venta no se traducirá en mayores ingresos para el Estado venezolano.
“Eso podría cambiar en 2024 con mayores exportaciones de Chevron, Eni y Repsol, lo que mantendría ese petróleo más cerca de los precios internacionales sin las concesiones de Pdvsa en los mercados asiáticos”, argumentó.
Si bien, debido a los términos de la licencia otorgada a estas transnacionales por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), a PDVSA no se le permite pagar regalías ni impuestos, su participación en el mercado amplía la oferta de bienes y servicios, sobre todo aumentando los beneficios económicos. actividad en la región petrolera.
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