La renuncia o salida forzosa de Armando Benedetti como embajador de Colombia en Caracas, tras el escándalo del llamado “Puerta de la Niñera”, pone sobre la mesa grandes interrogantes sobre cómo afectará las relaciones entre el país cafetero y Venezuela. Por ello, el ahora exdiplomático fue una figura clave en la desescalada de las tensiones entre ambos países.
Benedetti tomó las riendas para restablecer las relaciones diplomáticas con Venezuela bajo el mandato de Gustavo Petro desde agosto, pero se vio envuelto en un escándalo la semana pasada por denuncias de abuso de poder e interceptación ilegal de comunicaciones en el gobierno presidencial de Colombia.
El caso que involucra a la jefa de gabinete de Petro, Laura Sarabia, se basa en denuncias de su ex niñera, Marelbis Meja, quien dijo que fue sometida a una prueba de polígrafo por consultar a un acusado en un edificio cercano a la residencia del presidente. Robo de un maletín que contenía $7,000.
¿En qué medida ha afectado la labor diplomática y política de Benedetti, la mano derecha de Petro en su campaña y quien lo ayudó a romper relaciones con Venezuela tras una suspensión de tres años?
Rafael Piñeros, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Externado de Colombia, indicó en entrevista con el programa #ConLaLuz transmitido por la red social Efecto Cocuyo que este episodio podría significar, por el momento, una situación difícil para Petri, debido a la conflicto entre dos de sus colaboradores más cercanos, que lo ha llevado a su gobierno, cada uno ha expresado dudas sobre la pérdida de confianza, pero aún no hay nada que decir que pueda haber una ruptura en las relaciones bilaterales entre los dos países.
“Tanto el exembajador de Benedetti como otros líderes de la región casi se han colocado en un elemento de neutralidad a favor del gobierno de Nicolás Maduro”, dijo durante su conversación con Luz Meli Reyes.
Piñeros también aseguró que Benedetti se moverá de manera eficiente para evitar esta situación y que el caso puede tardar mucho en decidirse.
“La imagen de Armando Benedetti es una figura histórica de un político muy hábil y ambicioso, que sabe usar su posición en la sociedad para meterse en política, para ser influyente. Tomará mucho tiempo”, agregó.
El experto enfatizó que la defensa que el propio Benedetti hizo al respecto, asegurando que fue producto de “algún trago”, podría significar una salida ambigua, pero serán las instituciones colombianas las que tarde o temprano se pronunciarán.
“Lo peor que podía pasar es que él dijera que fue un momento de ira profunda. (…) El mejor escenario para que las instituciones funcionen”, zanjó.
Armando Benedetti y su polémica visita a la embajada de Colombia en Venezuela
Tal vez no pase nada
La salida de Benedetti “podría hacer más bien” a las relaciones bilaterales y ayudar a responder “difíciles proyectos técnicos” con Venezuela, como los asuntos consulares y de seguridad y el restablecimiento de los intercambios comerciales, logísticos y de transporte, opina el analista y columnista de asuntos internacionales. Félix Gerardo Arellano, en una reciente entrevista concedida al Portal La Voize de América (VOA).
“Su salida puede ser más positiva que su permanencia en el cargo. Benedetti asignó poca relevancia a las cuestiones técnicas y se centró fundamentalmente en las cuestiones políticas. Políticamente, no creo que lo haya hecho muy bien”, agregó.