con una espátula
María Corina Machado, la próxima candidata presidencial del partido opositor de Venezuela, tendrá que superar una serie de desafíos de cara a 2024 tras su gran ventaja en la primera vuelta de las primarias del domingo, entre ellos la resolución de su inhabilitación para cargos públicos y la “” logro de la verdad””unidad opositora del chavismo, advierten analistas. Voz de America.
Por vozdeamerica.com
Con el 93,13% de los sufragios en la primera vuelta, Machado aprovechó su enorme favoritismo en la votación del domingo para hacerse con la “joya de la corona” de cualquier proceso electoral, que es “una conexión emocional mágica”. Electores, según el analista Jesús Seguias.
Seguías, presidente de la encuestadora Datincorp, explicó que tales conexiones “crean credibilidad, encanto, compromiso, pasión” y se vuelven virales, “cuestiones racionales”, dejando ineficaces las máquinas políticas de la coalición o de sus oponentes.
Comparó el “vínculo efectivo” de los votantes de la oposición a Machado con fenómenos políticos “virales”, como los ex presidentes Carlos Andrés Pérez y Hugo Chávez.
Muchos venezolanos ven a Machado como “una mujer honesta, valiente y coherente en su posición política” que les da “una nueva esperanza”.
Seguias cree que sería “un error político capital” subestimar el movimiento electoral que se está gestando en torno a Machado, al que define como “una amenaza real para el Gobierno”.
Un experto en estudios de opinión pública se atreve a decir que, si se acepta habilitar a Machado como candidato oficial, “las elecciones de 2024 serán innecesarias”.
“Lo mejor sería darle las llaves de Miraflores de una vez (…) el gobierno se perdería. Para el gobierno ya no es una contienda electoral sino una capitulación”, comentó en un análisis de Express compartido con el gobierno. VOA.
Un “honor” del chavismo
El politólogo y docente Gustavo Adolfo Soto advirtió que no sólo Machado, sino los partidos de oposición deben determinar la estrategia del consenso, la “verdadera unidad” y la “alternativa al amor”.
Soto insistió en que una tarea pendiente de la Comisión Nacional de Primarias y de la plataforma opositora era el proceso de designación de un candidato alternativo si el oficialismo no suspende la inhabilitación de Machado para ejercer cargos públicos por 15 años.
La medida fue aprobada hace unos meses por la Contraloría General de Venezuela, encabezada por Elvis Amaroso, entonces actual presidente del Consejo Nacional Electoral.
El profesor de la Universidad Julia vio “muy difícil” la idea de que el chavismo accediera a restablecer la inhabilitación de Machado.
Estados Unidos, actor clave en las negociaciones políticas entre el oficialismo y la oposición, ha exigido al gobierno de Maduro que proporcione un cronograma para revertir estas inhabilitaciones antes de finales de noviembre.
El principal representante del madurismo en las conversaciones, Jorge Rodríguez, rechazó lo que calificó de “chantaje” por parte de Estados Unidos por el cargo y cerró la puerta a la posibilidad de que un candidato no elegible pueda registrarse para las elecciones presidenciales.
Su homólogo en la delegación opositora, Gerardo Blyde, dijo un día después de la firma que los acuerdos de Barbados abrieron una “ruta” para levantar esas inhabilitaciones.
Es un escenario que parece “muy difícil”, al menos para analistas como Soto. Para él, el oficialismo entiende como una “cuestión de honor” que Machado no sea su rival.
Los “giros” necesarios en su discurso.
Machado debe unir a una oposición que ha criticado reiterada y públicamente, acusando incluso a parte de ella de ser aliada del gobierno de Maduro.
El domingo llamó a “una gran coalición nacional para transformar Venezuela” y llamó a “sumarse” a quienes aún no han apoyado su causa, incluidos aquellos que alguna vez creyeron en el chavismo como proyecto político.
Juan Manuel Track, sociólogo y doctor en procesos políticos contemporáneos, especula que el ganador de las primarias “tendrá que dar un giro significativo en su discurso” para unir realmente a las fuerzas contrarias.
Incluso cree que es necesario que Machado “se deshaga de sus asesores más duros” para acortar distancias entre las facciones antichavistas en su discurso y “bajar un poco el tono moralista”.
Debe identificar más “enemigos” fuera de la oposición y “gestionar las diferencias dentro de la oposición como una cuestión de estrategia”, cree.
Otro desafío es la implementación de la Plataforma y Acuerdo Único firmado la semana pasada en Barbados por el gobierno de Maduro, en el que no participó ni Machado ni ninguno de sus representantes.
“Hay que impulsar para que este acuerdo se cumpla y para eso se necesita la cooperación del resto de partidos políticos que hacen vida en el país”, afirmó Camión.