Las autoridades rusas estimaron en alrededor de 40.000 el número de personas afectadas por las inundaciones en Kakhovka, después de que los bombardeos ucranianos destruyeran las válvulas de la central hidroeléctrica de la ciudad en la provincia rusa de Kherson.
Vladimir Leontiev, alcalde de la ciudad de Novaya Kazovka, informó este miércoles que al menos siete personas estaban desaparecidas tras la destrucción de la central hidroeléctrica.
Indicó que el nivel del agua en esa ciudad había llegado a 12 metros, pero ahora estaba retrocediendo.
“En este momento, cada segundo se liberan más de 30.000 metros cúbicos de agua del embalse de Kakhovka”, dijo a los medios locales el alcalde de la ciudad de Novaya Kakhovka, Vladimir Leontiev.
Dijo que actualmente se está trabajando para rescatar a las personas atrapadas en la aldea de Korsunka”, dijo al canal de televisión Channel One.
Leontiev dijo que la destrucción de la represa ha causado graves daños ambientales, arrastrando tierras de cultivo a lo largo del río Dniéper y amenazando los niveles de agua en el canal norte de Crimea, y señaló que los residentes de las comunidades cercanas también están siendo evacuados.
Otra consecuencia de la destrucción de la presa, prosiguió, fue la inundación del Parque Nacional Nizhnedneprovsk, que provocó la muerte de miles de animales.
ataque de avión no tripulado
Leontiev denunció que el martes, los residentes evacuados del área afectada por las inundaciones de Novaya Kakhovka fueron atacados por un dron que lanzó un artefacto explosivo improvisado.
Según Leontiev, los evacuados estuvieron a punto de morir o resultar heridos y calificó el incidente de “brutal y despiadado”.
ataque
El martes, las fuerzas ucranianas bombardearon la planta hidroeléctrica de Kakhovka en las primeras horas de la mañana, provocando el colapso de las válvulas de compuerta hidráulicas de la represa y la liberación de agua descontrolada.
Asimismo, tres partes de la central hidroeléctrica se derrumbaron debido a la presión del agua.
cualquier oración
Rusia ha pedido a la comunidad internacional que condene las “acciones criminales” de Ucrania como una grave amenaza para la seguridad regional y mundial.
Según el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, la destrucción de la presa fue un sabotaje deliberado por parte de Ucrania para “privar a Crimea de agua”.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, insistió en que el ataque fue un acto de sabotaje premeditado. Agregó que la responsabilidad de las consecuencias recae completamente en el gobierno de Kiev.