con una espátula
Corazón y agradecimiento son las dos palabras que más repiten los vecinos de la alcaldía de Xochimilco, al sur de la Ciudad de México, durante la tradicional conmemoración del Día de Muertos de sus difuntos.que se celebra los días 1 y 2 de noviembre en este país.
Con el característico olor a frentes, se enciende una vela en esta celebración, miles de personas acuden al centro histórico de la alcaldía de la ciudad para “recibir la visita” de sus seres queridos fallecidos, creencia que se ha transmitido de generación en generación. generación a generación.
“Creo que es algo que nunca olvidaré, está en mi corazón. (…) muerto y para mí es algo muy importante porque es como agradecer a mis padres y hermanos por darnos la vida, que también me necesitan”, dijo a Caracas Al Dia Gloria Isabel, quien perdió a su bebé de 40 días. hace años que.
La educación tiene que ser lo que somos hoy en el Panteón de Xilotepec”, comentó Agustín Velasco Sandoval.
Según la tradición los días 1 y 2 de noviembre es cuando los espíritus de los familiares fallecidos regresan a casa para vivir con familiares vivos, guiados por un camino de velas y pétalos de caléndula, y nutridos de la esencia de los alimentos que se ofrecen a o en su altar. ofrecimiento
“Mi mamá fumaba mucho y hay veces que huelo a cigarro en la casa y le digo a mi esposo: aquí está mi mamá”, dijo María del Carmen León, quien vino a “ver” a su hermano.
Según las creencias del pueblo mexicano, el 1 de noviembre está dedicado a los “muertos”, el Día de Todos los Santos, es decir, los que murieron siendo niños, y el 2, el Día de Todos los Difuntos, a los que fallecieron siendo adultos.
Día de Muertos como Patrimonio de la Humanidad
Este año se cumple el vigésimo aniversario de que el Día de Muertos fuera declarado por la UNESCO como “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial” el 7 de noviembre de 2003, tradición que pasó a formar parte de la Representación en 2008. El Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (PCI), programa nacido el mismo año.
Estos días, que recuperan tradiciones prehispánicas, “siguen siendo los mismos que hace 20 años” y, además, la situación global ha mejorado, al aumentar el interés internacional por celebrar el Día de Muertos.
Aunque la tradición no ha cambiado, los mexicanos no visitan a sus muertos con tanta frecuencia como la gente suele dejar flores en altares o tumbas.
“Antes había más ventas y ahora hay menos ventas. (…) El precio de las flores ha aumentado mucho. Este año a 700 pesos de espesor, o doce docenas, y el año pasado a 400 pesos”, explicó Ofelia López, florista.
Huellas del Covid-19
El impacto de la Covid-19 fue marcado para todos los mexicanos porque, en los últimos tres años, México ha tenido más de 3,76 millones de casos y 285.000 muertes, la cuarta cifra más alta del mundo en números absolutos.
“Durante los años del Covid la gente venía menos por el miedo a contagiarse (…) Con el Covid vimos una infinidad de carrozas formadas en este panteón, 10 esperando la cremación”, explicó Velasco, quien perdió a su esposo. de su hija, una enfermera que murió durante la epidemia.
La crisis sanitaria obligó a los cementerios a cerrar el Día de Muertos, por lo que las ventas relacionadas con esta celebración cayeron un 70%; Actualmente, debido al aumento de los precios, la mesa que se ofrece a los difuntos tiene menos adornos que otros años.
“Hace dos o tres años poníamos una mesa grande de 2 metros y ahora ponemos una de menos de un metro porque es demasiado cara”, enfatizó Marlene Flores. Caracas Al Dia