La oposición venezolana todavía está molestando a la margarita por el referéndum consultivo que el partido gobernante ha convocado para el Esequibo para el 3 de diciembre, mientras algunas de sus facciones cuestionan su legitimidad y las intenciones del chavismo de implementarlo.
Este lunes el gobierno de Nicolás Maduro y sus partidarios iniciaron una campaña por el “sí” a cinco preguntas sobre los poderes territoriales de Venezuela en los 159.000 kilómetros cuadrados entre el país sudamericano y Guyana, zona conocida como Esequibo.
El partido de la oposición, sin embargo, afirma que pronto anunciarán su posición sobre las elecciones.
“Nosotros, que protegemos nuestros derechos sobre el Esequibo, estamos evaluando si este referendo es útil para protegerlos”, afirmó. Voz de America Omar Barboza, coordinador general de la opositora Plataforma Unidad.
“En ese momento expresaremos nuestra opinión” en la reunión consultiva – convocada dos días antes de las primarias presidenciales de la oposición – añadió Barboza.
El chavismo comenzó a hacer campaña para un referéndum que pedía la unidad nacional.
“Es hora de dejar de lado cualquier tipo de partidismo y unir a todos por una misma causa: nuestra patria”, dijo Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento y principal representante del oficialismo para las negociaciones políticas.
La disputa territorial con Guyana es un tema en el que, a pesar de sus diferencias durante más de dos décadas, los dos bloques políticos acordaron hace dos años en conversaciones asistidas por Noruega en México.
Caracas ahora alega que Guyana está avanzando en licitaciones con compañías petroleras en aguas que forman parte de los sitios en disputa y, en la disputa, ha convocado a un referéndum que ha preocupado a partes de la comunidad internacional.
Las preguntas del próximo 3 de diciembre indagarán a los venezolanos sobre la contienda histórica del diferendo, el desconocimiento de la competencia de la Corte Internacional de Justicia (ONU) sobre el tema y el rechazo a las “exigencias” del país vecino de “decidir unilateralmente”. El área pendiente será restringida.
La quinta pregunta obtuvo la mayor cantidad de respuestas. En él, hay sugerencias para la creación del estado de “Guayana Esquiba”, lo que implica “un plan acelerado” para la atención de la población de esa región y su integración a Venezuela.
Fuentes de la oposición venezolana explicaron el asunto VOA Cada partido de la plataforma única está debatiendo si debe participar en referendos consultivos, con vistas a adoptar posteriormente una posición conjunta.
El antichavismo coincide en que “se respeta la soberanía”, aunque considera que “hay un gran ‘pero'” en las discusiones internas sobre el referéndum, reconoció un dirigente de uno de los principales partidos de la oposición, que no estaba autorizado a declarar sobre el tema. asunto.
“Con la euforia del patriotismo, el régimen (Nicolás Maduro) intentará plantear algunos puntos, desviando la atención de los problemas reales”, advirtió la fuente.
También, hay quienes consideran un error la mera idea de sumarse a un proceso electoral convocado por el oficialismo, cuando éste denuncia irregularidades y anula judicialmente las primarias presidenciales opositoras.
“Hay que ser muy estúpido para decidir unirse al régimen en un evento que quiere confundir, manipular, unificar la agenda para las elecciones presidenciales de 2024”, afirmó otro líder político de la oposición.
Soberanía constitucional
Jesús Castellanos, politólogo especializado en temas electorales venezolanos, identificó “varias” razones por las que los partidos de oposición resistieron el referéndum de diciembre.
La defensa de la soberanía está “claramente reservada” en la Constitución y no debe ser consultada, quizás la interpretación más fundamental, explicó.
Otro argumento es que los presidentes Hugo Chávez (1999-2013) y Maduro son vistos por la oposición como “responsables” de buena parte del progreso de Guyana en términos de poder e influencia en los territorios reclamados.
La oposición también cree que Venezuela debería centrar sus esfuerzos en la Corte Internacional de Justicia, que en 2018 se declaró competente para pronunciarse sobre elementos de la antigua disputa tras el reclamo unilateral de Guyana.
Castellanos enfatizó que el referéndum también podría ser un ejercicio electoral que favorezca al chavismo.
La consulta, valoró, podría ayudar al Gobierno a “verificar su apoyo en la etapa electoral y fundamentalmente medir su capacidad de control social del voto”.
“La participación masiva en las consultas podría ser utilizada por el gobierno de Maduro como un nivel de legitimidad para su gobernanza”, concluyó.
Malvinas 2.0 y tambores de guerra
El politólogo Jesús Uriberi dijo que observó que la oposición era “escéptica” sobre un referéndum que podría actuar como “una estratagema” para eclipsar la resistencia del chavismo a permitir que María Corina Machado se postulara para la presidencia en 2024.
Además, dice que la estrategia actual del gobierno hacia Guyana “conmociona” las medidas adoptadas por el dictador militar de Argentina para defender militarmente su soberanía sobre Las Malvinas en 1982, en medio de críticas por abusos a los derechos humanos y una profunda crisis económica.
Ese es otro temor de la oposición venezolana sobre el referéndum: el gobierno de Maduro utilizará el resultado del referéndum para avanzar en un conflicto armado con Guyana al posponer las elecciones presidenciales programadas para 2024.
La vicepresidenta Delsey Rodríguez ha revelado que el gobierno de Guyana está tocando “tambores de guerra”. El Ministro de Defensa, mayor general Vladimir Padrino López, advirtió que las Fuerzas Armadas de Venezuela están preparadas para “todas las eventualidades”.
“Construir un escenario de guerra significaría que toda la voluntad del pueblo se consagre única y exclusivamente a una guerra por el Esequibo”, afirmó por su parte Uribari.
Decisiones estratégicas y generales.
Castellanos, por su parte, dijo que esperaba que la oposición adoptara una posición “consensuada y única” en el referéndum. Si decide participar cumplirá con sus compromisos en el acuerdo político con las instalaciones noruegas, indicó.
Electoralmente, la “participación masiva” de la oposición en las elecciones de diciembre “podría obstaculizar el objetivo de medir la base de apoyo al gobierno”, especuló.
Para el analista, “parece más significativo” pedir la participación de la oposición, “dificultando así evaluar el control del régimen sobre el voto”.