Dra. Carmen Mantellini
No es raro que los pacientes acudan a urgencias porque en algún lugar de sus genitales externos sienten un dolor intenso que no habían experimentado antes. En ocasiones puede acompañarse de dolor al orinar y defecar, en algunos casos se evidencian lesiones o burbujas en genitales y nalgas. Puede que sientas o no malestar general e incluso fiebre, pero lo que más te molesta es el dolor agudo en los genitales.
El dolor es tan intenso que perturba el sueño y en la mayoría de los casos provoca mucha ansiedad. Es posible que esté sufriendo una primera infección por el virus del herpes genital.
El virus del herpes simple, como también se le conoce, puede provocar lesiones en los nervios infectados, siendo los más comunes los nervios bucal y genital. Básicamente se conocen dos tipos de virus, el tipo uno, que suele afectar a la cavidad bucal, y el tipo dos, que suele afectar a los genitales, pero ambos pueden infectar cualquier zona. Se considera principalmente una transmisión sexual, pero se reconoce la vía vertical, es decir, de madre a hijo, entre otras.
La aparición de estas lesiones suele ocurrir de 2 a 12 días después de una nueva relación sexual; Los síntomas pueden variar de persona a persona y su gravedad. La presentación habitual son vesículas o ampollas muy pequeñas, que espontáneamente estallan y coalescen, es decir, se unen formando una úlcera grande y muy dolorosa. Afortunadamente, estas lesiones sanan sin dejar cicatrices, pero esto puede tardar de 1 a 2 semanas.
Aún no existe cura para la infección por este virus, por lo que contamos con educación y tratamiento preventivo ante nuevas crisis o aparición de lesiones y dolores. Se sabe que la infección previa por un tipo de herpes reduce la gravedad de los síntomas del primero provocado por otro tipo, lo que se conoce como infección no primaria.
Las recurrencias son más frecuentes después de la primera, generalmente en el primer año, y la frecuencia suele disminuir con el tiempo. Lo que es importante tener en cuenta es que incluso si no hay lesiones, la posibilidad de infección persiste, ya que el virus está presente en las secreciones genitales y la saliva.
La invitación es a tener sexo seguro, conocer de antemano a tu pareja y no dejar de usar condón con nuevas parejas, lo que si bien no previene del todo, se reconoce su papel en la reducción del riesgo de contagio.
Consulta si sientes dolor o llagas en tus genitales. El diagnóstico y el tratamiento le ayudarán a reducir los días de dolor y a curar las lesiones más rápido.
Si tienes alguna duda puedes escribirme a mi red social @dramantellin.
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