En Estados Unidos, la Conferencia Episcopal rechaza la idea de reasignación de género, dejando a muchos católicos transexuales sintiéndose excluidos. Pero el Vaticano emitió un comunicado el miércoles en sentido contrario, señalando que, bajo ciertas circunstancias, a las personas trans se les permite bautizar y actuar como padrinos.
“Este es un gran paso para la inclusión trans (…) Es una gran y buena noticia”, dijo Francis DiBernardo, director ejecutivo de New Ways Ministries, un grupo con sede en Maryland que aboga por una mayor aceptación de la comunidad LGBTQ en la iglesia.
AP News informó que el documento fue firmado el 21 de octubre por el Papa Francisco y el Cardenal Víctor Manuel Fernández, director del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, y fue publicado en el sitio web oficial de la oficina el miércoles.
Si no causa escándalo o “confusión” entre otros católicos, una persona trans “puede recibir el bautismo en las mismas condiciones que los demás fieles”, indica el documento.
De igual forma, señaló que los adultos trans, aunque hayan tenido una operación de transición, pueden actuar como padrinos en determinadas circunstancias.
Según DiBernardo, esto parece ser una revisión de una decisión anterior de la Santa Sede, que en 2015 impidió a un hombre trans ejercer como padrino en España.
Durante su papado, Francisco ha expresado a menudo interés en hacer de la Iglesia católica un lugar más receptivo para la comunidad LGBTQ, aunque siguen vigentes doctrinas que rechazan el matrimonio y las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.
Un número pequeño pero creciente de parroquias estadounidenses han formado grupos de apoyo LGBTQ y han admitido a personas trans en sus propios términos. Pero varias diócesis han emitido directrices con restricciones para las personas trans o se niegan a reconocer sus identidades.
El sacerdote James Martin, un jesuita que durante años ha abogado por una mayor inclusión de la comunidad LGBTQ en las instituciones, dio la bienvenida al nuevo documento.
“En muchas diócesis y parroquias, incluso en Estados Unidos, hubo muchas restricciones a la participación de los transcatólicos en la vida de la Iglesia, no por ninguna ley canónica, sino por decisiones de obispos, sacerdotes y asociados sacerdotales”, dijo. . Un correo electrónico.
“Así que la declaración del Vaticano es un claro reconocimiento no sólo de su existencia, sino también de su legítimo lugar en la Iglesia”, añadió. “Espero que ayude a la Iglesia católica a tratarlos menos como problemas y más como personas”.
Según la Santa Sede, el documento responde a una carta enviada en julio por un obispo brasileño en la que preguntaba sobre la posible participación de miembros de la comunidad LGBTQ en bautismos y matrimonios.
DiBernardo señaló que el documento “demuestra que la Iglesia Católica puede y cambia de opinión sobre ciertas prácticas y políticas” y sugirió que algunas políticas diocesanas anti-transgénero deben ser retiradas ahora. Pero expresó su consternación porque el texto mantiene la prohibición de que las parejas del mismo sexo actúen como padrinos.