con una espátula
El líder de una comunidad cristiana en el sur de Kenia acusado de persuadir a unas 430 personas a ayunar hasta la muerte para encontrarse con Jesucristo fue declarado culpable hoy en un caso separado de distribuir películas no clasificadas y dirigir un estudio cinematográfico sin licencia para difundir sus ideas.
Declaro al acusado culpable de poseer y distribuir al público una película que no ha sido examinada ni clasificada por la Junta de Clasificación de Películas de Kenia (KFCB) y de operar un estudio cinematográfico y producir películas sin licencia. licencia”, dijo Olga Onalo, jueza del tribunal de la ciudad turística costera de Malindi.
El pastor Paul McKenzie, sin embargo, fue absuelto por el magistrado del tercer cargo que se le imputaba: incitación a la desobediencia civil.
El caso se remonta a 2019, cuando la fiscalía acusó a McKenzie de difundir ideas contra hindúes, budistas y musulmanes, así como de persuadir a menores de edad a no ir a la escuela a través de sus películas.
El pastor, que pasó a predicar en muchas de esas películas, negó las acusaciones, pero admitió que publicó las imágenes en su canal de YouTube, afiliado a la iglesia que dirige, la Good News International Church.
Ahora, el tribunal tendrá que decidir cuál será la sentencia de McKenzie por el incidente.
El líder religioso se enfrenta a otro juicio denominado “Masacre de Shakahola”, en referencia a más de 320 hectáreas de bosque en el condado costero de Kilifi, donde la mayoría de las víctimas fueron encontradas en fosas comunes. Más de 425 cadáveres de sus seguidores, muchos de ellos niños, y algunos murieron en el hospital tras ser recuperados.
Mackenzie persuadió a los fieles de su iglesia para que ayunaran hasta morir, bajo la promesa de que así conocerían a Jesucristo, aunque autopsias posteriores demostraron que, además de signos de inanición, algunos presentaban signos de asfixia y asfixia.
Así, la investigación policial indicó que los fieles se veían obligados a continuar el ayuno aunque quisieran romperlo.
Las autoridades informaron en agosto pasado que 95 personas fueron rescatadas con vida y 613 fueron reportadas como desaparecidas en lo que el Ministro del Interior de Kenia, Kithure Kindiki, describió como “una de las peores tragedias” que ha experimentado el país.
Una comisión de investigación iniciada por el Senado de Kenia concluyó en un informe del pasado octubre que el sistema de justicia penal “no había logrado identificar las actividades brutales” de MacKenzie, quien fue absuelto de los cargos de radicalización en 2017.
La comisión también destacó las fallas de la policía, que recibió “reiteradas quejas” de líderes religiosos y miembros de la comunidad local.
Mientras continúa la investigación, aún no se han presentado cargos formales contra McKenzie, quien fue arrestado el 14 de abril y permanece en prisión con 29 coacusados, aunque la fiscalía anunció su intención de acusarlos de terrorismo el pasado mes de mayo.
El pastor, ex taxista, ya fue detenido en marzo de este año por la muerte de dos niños en circunstancias similares, pero quedó en libertad bajo fianza.
Caracas Al Dia