con una espátula
Plata o plomo fue la sentencia dirigida a los guardianes del Inpac que recibieron una oferta criminal: Wilder Sánchez Farfán, alias Gato Farfán, conocido como Pablo Escobar del Ecuador, más de 5.000 millones de pesos para garantizar la fuga. Inpec, gobiernos y autoridades norteamericanas desconfían de planes de fuga. La fiscalía ha abierto una investigación.
Por: Semanas
Los datos, confirmados por los investigadores, ponen precio a las cabezas de algunos padres, que ya estaban incluidos en el programa de protección. Alias Gato Farfán se encontraba en el pabellón de extradición del penal La Picota. Los demás reclusos lo caracterizaron como una persona reservada, alejada del resto de los reclusos, pero con mucho dinero y mucho poder adquisitivo.
Según documentos vistos por SEMANA, el plan de fuga tenía fecha: entre el 10 y 13 de noviembre. La idea de una fuga que, al parecer, era un pago inicial, según información que ha sido puesta en conocimiento de la fiscalía. “De igual manera, dieron a conocer que a un funcionario ya se le pagaría un anticipo de 20 millones de pesos para facilitar la salida de las personas en cuestión”, señala el documento.
El Inpec y el Grupo de Operaciones Especiales (Grope) se anticiparon a la fuga y lanzaron un operativo en la madrugada del jueves 9 de noviembre. Llegaron a La Picota y sin previo aviso entraron al pabellón de la rendición y se llevaron a Farfán. En Catama, un avión estaba listo para trasladarlo a la prisión de Valledupar, La Tramacua, para liberarlo bajo estrictas medidas de seguridad, en una celda vigilada las 24 horas del día y monitoreada desde Bogotá.
El asunto es de tales proporciones que, según informó Semana, esta es la primera vez que un delincuente es sacado de un pabellón de extraditables y enviado a otro penal por la posibilidad latente de fuga por el baile del millonario. Temen que le pase lo mismo a alias Matamba, quien logró sobornar para atravesar todas las puertas de La Picota, como si fuera su casa.
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