con una espátula
El Ejército de Colombia indicó el domingo que fue hostigado por presuntos miembros del Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las ex FARC, en la localidad de Timba, localidad que forma parte del conflictivo departamento del Cauca, donde se encontraban las tropas. de. Posteriormente condenado al ostracismo por la comunidad.
El comando específico del Cauca, que forma parte de la tercera división de esa organización, detalló en un comunicado que efectivos del Ejército y de la Policía arribaron a Timba, municipio de Buenos Aires, en busca de información “sobre actividades delictivas que se desarrollan”. área”.
“Mientras verificaban información de los transeúntes, en cumplimiento de su misión, fueron inicialmente atacados por tres personas que viajaban en una camioneta”, agrega la información.
Los hombres huyeron y las autoridades encontraron “material de guerra” en la camioneta, tras lo cual fueron hostigados por presuntos miembros del Frente Jaime Martínez de EMC, a lo que uniformados respondieron.
Luego del hostigamiento, la comunidad Timba, “aparentemente orquestada” por el Frente Jaime Martínez, “enfrentó con furia a la fuerza pública para abandonar esta zona importante para este grupo armado”, afirmó la organización.
“Un grave impedimento para el cumplimiento de la misión constitucional del Ejército Nacional es rechazar estas tareas. De igual forma se presentará una denuncia ante la autoridad competente por este hecho”, dijo.
conversaciones de paz
El 15 de noviembre, después de una suspensión de dos semanas del diálogo después de que EMC abandonara la mesa acusando al gobierno de “incumplimiento” del acuerdo, el gobierno anunció que se reanudarían las conversaciones.
La EMC decidió suspender la mesa de diálogo el pasado 5 de noviembre para iniciar “un proceso de consulta interna con nuestra comisión de diálogo”, que se constituyó apenas 21 días antes y que incluía un alto el fuego bilateral.
El diálogo ha estado marcado por desacuerdos entre las delegaciones y tensiones crecientes durante meses.
El año comenzó con un alto el fuego de seis meses que fue suspendido unilateralmente por el gobierno en cuatro divisiones, tras el asesinato por parte de la guerrilla de cuatro menores indígenas que habían sido previamente reclutados.
La instalación de la mesa se realizó en el tercer intento. La primera en mayo fue decepcionante, al igual que la segunda en Tibú, región de Kataturbo, donde ambas delegaciones convocaron a miles de agricultores, prensa y organismos internacionales, al final no pudieron llegar a un acuerdo y lo pospusieron nuevamente por una semana, hasta lo lograron y declararon un alto el fuego efectivo hasta el 17 de enero.
Caracas Al Dia