Caracas Al Dia
Unos 500.000 migrantes, entre ellos venezolanos, cruzan la región selvática del Darién en la frontera con Colombia y Panamá y cruzan una de las rutas más utilizadas y peligrosas para estas personas en su viaje hacia Estados Unidos, ha revelado Médicos Sin Fronteras. Jueves (FEM).
Se espera que el número de migrantes que cruzan los 100 kilómetros “a caballo” del Tapón del Darién supere los 500.000 en lo que va de 2023, frente a los 248.000 de 2022 y los 133.000 de 2021, dijo la agencia en un comunicado.
“Los migrantes que cruzan la selva representan más del 11% de la población de Panamá. “Esta es una crisis sin precedentes que no ha recibido suficiente atención global o regional”, afirmó el coordinador general de MSF para Colombia y Panamá, Luis Aguiluz.
Agregó que “no se garantizan rutas seguras para los migrantes, ni existen recursos suficientes para las agencias que los atienden”.
el riesgo
Según MSF, además de las dificultades naturales de cruzar la selva, los migrantes se enfrentan a ataques, robos, secuestros y violencia sexual, por lo que la organización ha ayudado a 397 supervivientes de violencia sexual, 107 sólo en octubre. incluidos los niños.
“¿Cómo se puede sobrevivir a cinco violaciones?” preguntó sollozando una, que dijo a MSF que abandonó su país por motivos económicos.
“Estamos cruzando la jungla por un futuro mejor, no para acabar con nuestras vidas. Una serpiente no acaba con tu vida, las personas que están dentro, que violan y matan, acaban con tu vida”, añadió.
El 95% de las víctimas de violencia sexual atendidas por MSF son mujeres y quienes intentaron protegerlas fueron atacadas e incluso asesinadas.
“Lo que hemos visto y oído de ellos es que quienes viajan por América enfrentan condiciones de extrema vulnerabilidad: hambre, falta de refugio y fuentes de agua, cobros excesivos, desinformación y estafas, xenofobia y violencia física, psicológica y sexual”, dijo Iguiluz.
Violencia en toda la región
Según Aguiluz, la persecución a los migrantes comenzó mucho antes de que llegaran a la selva del Darién, “aunque ahí se hizo evidente”.
“Desde Perú abordé un bus que me llevó a Huaquilas (ciudad de Ecuador fronteriza con Perú). Unas personas allí tomaron a 10 inmigrantes y nos robaron todo nuestro dinero, nos quitaron la ropa de mujer, también nos quitaron los teléfonos y dijeron que nos matarían si hablamos. Llevaban cuchillos y pistolas”, dijo David Fuentes, un inmigrante colombo-venezolano.
Con información de Caracas Al Dia