Escrito por María Laura García
A nivel mundial y en Venezuela desde hace años, el shock y la ansiedad son comunes. ¿Quién no siente varias veces a la semana que el corazón no cabe en el pecho o que se le agita la respiración, incluso cuando está en reposo?
Todos enfrentamos diferentes desafíos y adversidades cada día debido al ritmo de nuestras vidas. Se fue la luz junto con Internet y tuve que trabajar. Tengo mil trabajos y me estoy quedando sin gasolina. ¿Tengo tiempo para hacer cola durante medio día? ¡Me enfermé, pero no puedo pagar el médico, el examen, el tratamiento!
Así, psicólogos y expertos en salud mental confirman que después de tanto estrés puede ser normal que un día nos levantemos desanimados, con pocas ganas de hacer lo que tenemos que hacer para cumplir con nuestras responsabilidades, e incluso podemos sentirnos un poco tristes. Llorar, es decir, con una depresión. Puede ser normal tener un “bajón” temporal cuando nos encontramos “abrumados”, pero siempre y cuando sea algo temporal. ¿Qué pasa si la recesión dura? Pues puede llevarnos a la angustia, y si no podemos controlar esa ansiedad mediante el uso de diferentes técnicas, entonces debemos buscar ayuda de expertos para no enfermarnos.
¿Qué es el dolor?
Cuando pasa el tiempo y constantemente sentimos tristeza, falta de ánimo, ganas de llorar sin motivo, nerviosismo, dificultad para respirar, sin duda podemos sentir dolor. Y cuando sentimos esto, lo vemos todo muy oscuro y pesimista.
Amigos, la ansiedad no es más que sentirnos extra ansiosos sin mayor motivo y además perdemos el control emocional, por lo que la ansiedad y diversos síntomas físicos nos atacan como: dolor de cabeza, malestar en el pecho u opresión, nos tiemblan las manos, estamos nervioso Al sentir y respirar rápidamente, experimentamos sofocos, palpitaciones, sudoración y cambios de humor.
¿Cómo deshacerse del dolor?
Habla con personas cercanas a ti sobre lo que sientes. Haga esto con personas comprensivas y tranquilas. Es muy útil encontrar a alguien con quien compartir tus miedos, que estoy seguro que muchas veces son infundados. Hablar de nuestras preocupaciones genera alivio y puede ayudarnos mucho.
Concéntrese en realizar las actividades que disfruta tanto que expulsan de su mente los pensamientos abrumadores; Incluso hacer ejercicio puede ayudarte a ser más positivo y darte fuerzas para afrontar situaciones adversas.
Otra técnica que me ayuda a reducir ambos, esto lo suelo hacer por la noche, cuando llego a casa muy ansioso o, cuando me despierto el lunes con ansiedad, es aceptar y reconocer mis sentimientos de ansiedad y luego concentrarme en ello. Poniéndolos en perspectiva. ¿Puedo controlar mi ansiedad? ¿Tengo miedo de un resultado que no es probable o que no puedo controlar el resultado de lo que debo hacer? En definitiva, trabajo para poner en perspectiva lo que me preocupa.
Intenta pensar en ocasiones o momentos en los que sentiste lo mismo al darte cuenta de que encontraste la manera de tener éxito de alguna manera. Ahora bien, ¿por qué sería diferente? Considera también que en cada situación que enfrentamos hay un aprendizaje, así que invierte tus talentos para superar tus obstáculos, porque siempre es posible; Y si no, aprender de la caída y pasar página cuanto antes.
Utiliza diferentes herramientas de relajación, ya que hoy en día existe una amplia gama, como yoga, ejercicios de respiración profunda, vídeos motivadores o historias de grandes personas y/o historias de vida realmente sorprendentes de gente común y corriente. Cuando estoy muy estresado, busco un área tranquila e inhalo contando hasta 10, aguanto la respiración por un segundo y luego exhalo contando otros 10. Repito esto varias veces hasta que recupero mi ritmo cardíaco. Normalmente trato de imaginar un lugar que te haga sentir tranquilo de inmediato.
Aprenda a soltarse si es necesario, porque ciertamente no podemos controlarlo todo; Ahora sólo nos queda adivinar qué actitud vamos a tomar ante las diversas cosas que nos suceden. No debemos dejar que nuestras emociones controlen nuestra vida, nuestra salud mental depende de nuestra autogestión emocional.
Practique hábitos de vida saludables todos los días. No te excedas con tu alimentación, aumenta la actividad física en los días estresantes, intenta dormir bien por las noches, etc. Hoy en día existe mucha información para lograr este objetivo que todo el mundo debería tener.
Si las técnicas de entrenamiento o los ejercicios mentales no conducen al éxito, debería considerar buscar ayuda profesional. Espero que mis recomendaciones te ayuden. ¡Hasta la próxima!
Red:
Instagram: @ATuSalud
YouTube: ATuSaludconMaríaLauraGarcía
Facebook: ATuSaludEnLinea
Gorjeo: ATuSaludEnLinea
TikTok: ATuSaludEnLinea
Caraota Digital no se hace responsable de las opiniones, calificaciones e ideas expresadas en las columnas de opinión publicadas a través de este medio.