con una espátula
“Me voy a callar para que no se me caigan las lágrimas, sí, vergüenza”. Este fue el único elogio que hizo Pablo Iglesias tras el discurso de Yon Bellara en el que anunció que Podemos disputaría las próximas elecciones generales con Sumer, a pesar de que Irene Montero calificó el veto de Yolanda Díaz como un “obstáculo insuperable”. Este silencio por parte del exvicepresidente del gobierno duró poco tiempo y este sábado pidió al actual ministro de Trabajo que subsanara este veto, porque “está defraudando a mucha gente” perjudicando así a la importante figura de la izquierda y feminismo”.
Por Beatriz Jiménez | infobae
“Es posible que Díaz aún no sea consciente de los errores políticos que está cometiendo (…). Tiene tiempo de corregir y sé que incluso personas de su propio entorno que no simpatizan en absoluto con Podemos intentan advertirle que está comprometiendo sus propios objetivos políticos al asumirse como el máximo ejecutor de una violenta campaña del malévolo aparato mediático, de la derecha judicial y política”, reveló Iglesias en un artículo publicado en CTXT.
Para el exlíder de Podemos, el ministro de Trabajo también necesita escuchar a quienes le dicen que está defraudando a demasiada gente a cambio del buen trato que le están dando hoy los medios de comunicación. En este sentido, lamentó que los “enemigos” de Podemos “disfruten” porque con el veto de Díaz “les acaba una temporada invicta” y subrayó que se trata de un “error político que podría comprometer cada vez más las pocas opciones” de la izquierda “a Hay que evitar el Gobierno del PP y su sobredivisión”.
Así, considera un “éxito” que Podemos pidiera a Díaz unos días de reflexión sin comprometer la unidad electoral con Sumer por este veto y los cargos propuestos, que considera un “insulto” a la formación morada.
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