La suspensión de la Fiscal General del Perú, Patricia Benavides, busca garantizar que la investigación en su contra pueda llevarse a cabo sin interferencias.
Texto: RFI/AFP
La Junta Nacional de Justicia de Perú suspendió la noche del miércoles por seis meses a la fiscal general Patricia Benavides, quien está siendo investigada por denuncias de tráfico de influencias y favores políticos.
Un comunicado de la Junta Nacional de Justicia, encargada de nombrar, aprobar y destituir a jueces y fiscales, indicó que “se ordena suspender temporalmente por seis meses a Patricia Benavides como máxima fiscal del Ministerio Público”.
La suspensión de Benavides busca garantizar que el procedimiento penal seguido por presunto cabecilla de la red criminal se desarrolle con naturalidad y “evite su desarticulación”, añade el comunicado.
La presidenta de Perú, Dina Boluerte, se pronunció hace una semana en contra de la continuidad de la cuestionada fiscalía general.
*Leer más: El expresidente de Perú Alberto Fujimori fue liberado
Benavides presentó una denuncia ante el Congreso el 27 de noviembre acusando a Boluerte del presunto delito de genocidio como responsable de la represión de las protestas contra su gobierno, que dejaron más de 50 muertos tras su llegada al poder hace un año.
La acusación contra Baluarte se activó luego de que un fiscal acusara a Benavides de liderar una supuesta red criminal ubicada en la cúpula de la fiscalía, desde la cual presuntamente ejercía influencia e intercambiaba favores políticos con el Congreso.
El jefe de la fiscalía dijo que no renunciaría a su cargo, mientras algunas voces del Congreso lo defendieron y señalaron que se trataba de una estratagema para cerrar la investigación.
Hasta ahora, el fiscal era considerado un aliado de la coalición conservadora del Ejecutivo y el Congreso desde el inicio del actual Gobierno.
Los cargos contra Bouluart, que podrían conducir a la destitución del presidente, pueden tardar semanas en ser admitidos, pero también podrían utilizarse como punto de presión en la lucha entre el Gobierno y el Congreso.
Boluerte asumió el poder en diciembre del año pasado después de que Pedro Castillo fuera despedido por intentar disolver el Congreso y gobernar por decreto.
Después de su llegada al poder, estallaron protestas en las que murieron 54 personas, incluidos seis soldados.
Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, una veintena de las víctimas fueron asesinadas a tiros por los militares.
Vista de publicación: 72