El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debatió este viernes 8 de diciembre, con carácter “urgente”, la disputa entre Venezuela y Guyana, por el Esequibo, un territorio rico en petróleo que se disputa desde hace más de un siglo y que preocupa a la comunidad internacional. .
La reunión –a petición de Guyana– se celebró a puerta cerrada y terminó con una declaración o ninguna declaración. Georgetown alegó que las recientes acciones tomadas por Caracas “amenazan la paz y la seguridad internacionales”, que es responsabilidad de este organismo de la ONU.
Los delegados, propuestos por Ecuador, que ejerció la presidencia del consejo en diciembre, salieron de la sala con rosas en la mano.
Ambos países se han acusado mutuamente de realizar “incitación” en medio de las tensiones, que se intensificaron luego de que Venezuela celebrara un referéndum consultivo el 3 de diciembre en el que, según autoridades del gobierno de Nicolás Maduro, más del 95% de los votantes que participaron en el Esequibo, una provincia venezolana -una región que es dos de las de Guyana-, representa una tercera- y otorga la nacionalidad venezolana a 125.000 habitantes de la zona en disputa.
La polémica ya se había agudizado desde 2015, cuando el gigante estadounidense ExxonMobil descubrió enormes reservas de petróleo en la zona. Tras la consulta, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció planes para otorgar licencias y extraer petróleo crudo en las aguas en disputa.
“Guyana y ExxonMobil deben sentarse cara a cara con nosotros pronto y sin demora”, comenzó Maduro este viernes durante un acto frente al palacio presidencial de Miraflores, donde mostró un mapa de Venezuela que incluía al Esequibo como territorio oficial y no como territorio reivindicado. territorio, como era habitualmente representado.
Regiones en vilo
Venezuela sostiene que Esquibo es parte de su territorio, como en 1777, cuando era colonia de España. Apeló a los Convenios de Ginebra, firmados en 1966 antes de la independencia de Guyana del Reino Unido, que sentaron las bases para un acuerdo negociado y anularon el laudo de 1899.
Guyana defiende el laudo y pide que sea ratificado por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), cuya competencia desconoce Caracas.
“Guyana internacionalizó el conflicto en el momento en que empezó a involucrar y atraer capital extranjero a través de la presencia de compañías petroleras internacionales”, dijo a la AFP Josmar Fernández, experto en resolución de disputas y demarcación territorial marítima.
Estados Unidos anunció el miércoles ejercicios militares en Guyana, una “desafortunada provocación”, según el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino.
Venezuela ya acusó al presidente de Guyana, Irfan Ali, al que llama “esclavo” de Exxon, de haber dado “luz verde” a Estados Unidos para establecer bases en su territorio.
Rusia, aliado clave de Maduro, pidió por su parte un “espíritu de buena vecindad” para resolver el conflicto de forma pacífica, al igual que lo hizo la cumbre del Mercosur en Río de Janeiro.
“Lo que no queremos es una guerra en América del Sur, no necesitamos un conflicto”, dijo el presidente brasileño Lula da Silva, quien sin embargo incrementó su presencia militar en sus fronteras con Guyana y Venezuela.
También propuso la mediación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en la disputa.
La Comunidad del Caribe (CARICOM) se reunió por videoconferencia y pidió “reducir la escalada del conflicto y un diálogo adecuado”, así como “evitar el uso o la amenaza de la fuerza”.
Por primera vez entre los dos gobiernos, el Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Ivan Gill, y Hugh Todd, de Guyana, acordaron el miércoles mantener abiertos los “canales de comunicación”.
“globo de prueba”
Los analistas señalan que el referéndum y el aumento de la retórica nacionalista son un intento de distraer la atención de los llamados a elecciones libres en Venezuela en 2024.
Mariano D’Alba, asesor del International Crisis Group, afirmó que se trata de “una especie de globo de prueba antes de las elecciones presidenciales” para “medir la capacidad de consolidación e intentar afinar su estrategia para 2024”.
El chavismo ha acusado de traición a varios líderes de la oposición por hablar en contra del referéndum. Los fiscales anunciaron el arresto de un estadounidense y un rival acusados de “conspirar” con ExxonMobil en la disputa.
Otras 14 órdenes de detención se han dictado contra otros dirigentes, la mayoría de los cuales se encuentran fuera del país.