con una espátula
Las Naciones Unidas pidieron el lunes a los donantes internacionales que recauden 46.600 millones de dólares para proporcionar asistencia humanitaria y protección a 180,5 millones de personas hasta 2024.
La Organización Mundial señala que en 2023, el 20% de los niños vivirán o habrán huido de zonas de conflicto; Unos 258 millones de personas padecen hambre aguda y el número de desplazados se ha duplicado en diez años, de modo que hoy uno de cada 73 habitantes del planeta se ha visto obligado a abandonar sus hogares.
Como si eso fuera poco, los brotes de enfermedades causan muertes evitables en todos los rincones del mundo.
En resumen, explicó la ONU al lanzar su llamamiento, los conflictos armados, las emergencias climáticas y las economías en colapso están cobrando un precio devastador en las comunidades más vulnerables de todos los continentes, provocando hambrunas catastróficas, desplazamientos masivos y brotes de enfermedades.
El soporte no se ajusta a los requisitos
El coordinador de la Oficina de Asuntos Humanitarios (OCHA) dijo que los trabajadores humanitarios “salvan vidas, luchan contra el hambre, protegen a los niños, ayudan a controlar las epidemias y proporcionan refugio y saneamiento en algunos de los contextos más inhumanos del mundo”.
Sin embargo, Martin Griffiths lamentó que “el apoyo de la comunidad internacional no es el necesario”.
En nombre de más de 1.900 socios humanitarios, Griffiths agradeció a la comunidad de donantes por aportar 20.000 millones de dólares en lo que va del año, pero aclaró que esta cifra es sólo un tercio de lo que se necesita.
La falta de ayuda se pagará con la vida
El subsecretario general advirtió que si no se entrega más ayuda a las poblaciones necesitadas en 2024, “la gente pagará con sus vidas”.
Este año, 128 millones de personas recibieron asistencia vital, una cifra que no llega a los dos tercios de la población necesitada que OCHA planeaba ayudar en 2023. La falta de financiación obliga a recortar las proyecciones y excluir a millones de personas que viven en condiciones extremas.
Triste resultado
Las Naciones Unidas profundizaron en las trágicas consecuencias de esta falta de ayuda, citando el caso de Afganistán, donde diez millones de personas se quedaron sin ayuda alimentaria entre mayo y noviembre; O Myanmar, donde más de medio millón de personas viven en condiciones miserables y sin ayuda.
Yemen es otro país que sufre una ayuda inadecuada y donde más del 80% de la gente no tiene acceso al agua ni al saneamiento. Mientras tanto, en Nigeria, solo el 2% de las mujeres que necesitaban servicios de salud sexual y reproductiva y de prevención de la violencia de género los recibieron.
objetivo descendente
Para 2024, las agencias humanitarias pretenden atender a 181 millones de personas en 72 países, frente a la meta de 245 millones para 2023.
Según la OCAH, este ajuste no responde a una menor necesidad en el mundo, sino a la idea de un enfoque más realista centrado únicamente en las carencias más acuciantes. Las solicitudes de fondos también disminuyeron en comparación con el año pasado: de 56,7 mil millones de dólares a 46,6 mil millones de dólares.
A pesar de la disminución, OCHA destacó que la ambición de llegar a todas las personas necesitadas no ha cambiado, e instó a los donantes a financiar todos los planes de respuesta con carácter de urgencia.
Tras el llamamiento humanitario de hoy, se llevarán a cabo tres eventos de recaudación de fondos de alto nivel: uno en Doha, Qatar; otro en Ginebra, Suiza; y el tercero en Addis Abeba, Etiopía.
Prensa de las Naciones Unidas