con una espátula
Las autoridades colombianas arrestaron a nueve personas que formaban parte de una red de transporte que traficaba migrantes desde la frontera con Ecuador y Venezuela hasta el municipio de Necoclí, la puerta de entrada a la peligrosa ruta del Darién, dijo la policía el sábado.
Estas personas fueron detenidas en los departamentos de Nariño, Cauca, Huila, Santander, La Guajira y Atlántico y al parecer transportaron al menos a 294 migrantes, 54 de los cuales lograron llegar a Estados Unidos, detalló la policía en un comunicado.
“Además, se tomaron medidas cautelares para incautar y suspender la enajenación de 18 bienes inmuebles e inmuebles pertenecientes a esta organización”, agrega la información.
Esta red, según investigaciones de las autoridades, traficaba con migrantes, cubanos, haitianos, venezolanos, chinos, somalíes, indios, afganos y paquistaníes, entre otros, que eran transportados por carretera desde Ecuador, Venezuela y la frontera al llegar a Colombia. Brasil De Nekokli.
Allí fueron recibidos por otros miembros de la organización que “hicieron su viaje final a través de la selva del Darién hasta Panamá y luego Estados Unidos”.
“Durante la investigación se pudo evidenciar que varios inmigrantes, especialmente de nacionalidades afganas, paquistaníes y haitianas, presentaron cédulas de ciudadanía chilena como documentos de identidad para evitar los controles migratorios en territorio colombiano y facilitar su ingreso a Estados Unidos. Este documento no requerirá visa para ingresar a territorio norteamericano, lo que revela el alcance transnacional de esta organización criminal”, agregó la policía.
El propio jefe de la organización, Carlos Alberto García Coy, fue detenido en Epiales, principal paso fronterizo entre Colombia y Ecuador, mientras cargaba un autobús con 19 venezolanos.
Se ordenó que todos los prisioneros estuvieran “sujetos a medidas de seguridad privativas de libertad, siendo seis de ellos escoltados por el jefe de la prisión y tres conductores a sus hogares”.
El Tapón del Darién, que separa América del Sur de Centroamérica y por el que han atravesado este año más de 500.000 migrantes, se ha convertido en una de las rutas más transitadas del continente y al mismo tiempo en la más peligrosa.
En esto, migrantes y refugiados, además de atravesar selvas sin caminos y llenas de peligros naturales, enfrentan violencia por la presencia de redes de trata de personas que realizan extorsiones y secuestros.
Venezolanos, haitianos y ecuatorianos son las nacionalidades más habituales que cruzan esta ruta, aunque también hay personas de otros países de América e incluso de regiones más lejanas como África subsahariana, Asia u Oriente Medio. Caracas Al Dia